La pregunta de sus ojos (Spanish Edition)

by Eduardo Sacheri

Benjamín Miguel Chaparro

Benítez

Machado

Talcahuano

Corrientes,

Sesenta años. Alto. Canoso. La nariz aguileña, el rostro flaco.

su hábito de mirarse en los espejos no tiene nada que ver ni con quererse ni con gustarse. Siempre ha sido ni más ni menos que otro intento de aprender a saber quién carajos es él mismo.

no quiere chapalear torpemente en la nostalgia

blazer azul y pantalón gris

y mucho más suya que del secretario García,

la jueza

Irene?

doctora

Hornos.

“La máquina”,

temor a ponerse nostálgico,

hundirse en una melancolía patética,

escribir un libro. En cuanto lo dice, se siente un imbécil. Viejo, dos veces divorciado, jubilado, con veleidades de escritor. El

Remington

(¿cuarta falange?, ¿pero de dónde ha sacado semejante imbecilidad?).

(ya está de

nuevo, como siempre, burlándose de sí mismo).

Lavalle,

cuarenta años

Ricardo Morales

la circunstancia de que a otros les sucedan cosas espantosas fuera un modo de alejar de mi propia vida esas tragedias.

Morales,

Isidoro Gómez, que es la misma pero vista del otro lado, vista del revés, o algo así.

Estar jubilado es peor de lo que me había imaginado.

suelen ser peores cuando ocurren que cuando las imaginamos.

Pues bueno, hace dos semanas que estoy jubilado

Silvia

cuando todavía me amaba.

mezclando dos épocas distintas, y dos mod...

hablaba de eso de jugar al escritor desde la torre de ironía y desprecio mordaz

En mi primer matrimonio, con Marcela, ni siquiera pudimos hablar de esas cosas.

(como si hiciese falta)

(porque ciertos sueños se imponen aun a los corazones más

escépticos)

El 30 de mayo de 1968

Ricardo Agustín Morales desayunó con Liliana Colotto,

esa cara de idiota redomado que tenía,

inteligencia, una memoria y una capacidad de observación como yo jamás en la vida había visto,

esposa.

anodino, grisáceo, con un destino propio de esa chatura.

sin compasión

transita la f...

las es...

sin dejar huella alguna en...

felicidad abusiva,