»Debes considerar, no sólo que has alcanzado ya una edad en la que otros se han asegurado una posición firme, sino que yo puedo morir en cualquier momento, y el patrimonio que te dejo a ti y a tu hermana, a partes iguales, aunque no es despreciable, no es tan grande como para que te pudieras permitir ocupar un puesto desahogado en la actual vida de sociedad; esto es cosa que deberías lograr más bien tú con tus propios medios.

