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Kindle Notes & Highlights
by
Gary Keller
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November 7, 2021 - May 7, 2023
«Simplificar» es ignorar todo aquello que podrías hacer y dedicarte a hacer aquello que debes hacer.
Cuando una cosa, la adecuada, se pone en movimiento, puede derribar muchas otras cosas. Y eso no es todo.
Con el paso del tiempo son tantos los mitos y las falsas verdades que han aparecido que acaban por hacérsenos familiares y empiezan a sonar como ciertos.
La igualdad es una mentira. Comprenderlo es la base de todas las grandes decisiones.
La actividad muchas veces no tiene nada que ver con la productividad, y estar atareado rara vez tiene que ver con hacer una tarea con eficacia.
Como dijo Henry David Thoreau: «Con estar atareado no basta. Las hormigas lo están. La cuestión es: ¿ocupados en qué?».
«Las cosas de mayor importancia no siempre son las más llamativas».
Los triunfadores siempre avanzan partiendo de un sentido claro de lo que es prioritario.
En lugar de una lista de cosas pendientes, lo que necesitas es una lista de éxitos: una lista de resultados extraordinarios creada de manera deliberada.
La gran aportación de Juran fue que no todo importa por igual, que hay cosas que importan más que otras, mucho más. Una lista de cosas pendientes se convierte en una lista de éxitos cuando se le aplica el principio de Pareto.
Una lista de temas pendientes se convierte en una lista de éxitos cuando priorizas.
Pero resulta que los multitareístas agudos son un imán para lo irrelevante». Rinden menos en todos los sentidos. Pese a que se convencen a sí mismos y al mundo de que lo hacen todo estupendamente, hay un pequeño problema. Citando a Nass: «Los multitareístas son sencillamente malos en todo».
No es que nos falte tiempo para hacer todas las cosas que tenemos que hacer, es que sentimos la necesidad de hacer demasiadas cosas en el tiempo que tenemos.
Puedes hacer dos cosas a la vez, pero no puedes centrarte eficazmente en dos cosas al mismo tiempo.
Cada vez que intentamos hacer dos o más cosas a la vez, lo único que hacemos es dividir nuestra atención y reducir la eficacia de todos los resultados de ese proceso.
la multitarea nos ralentiza y nos atonta.
Míralo de esta manera: si de verdad perdemos casi un tercio de la jornada laboral por las distracciones, ¿cuál es la pérdida acumulada en toda una trayectoria profesional?
En realidad, el éxito es una carrera corta: un esprint impulsado por la disciplina que dura hasta que aparece la costumbre y toma el relevo.
cuando ves a alguien que tiene pinta de ser disciplinado, lo que estás viendo en realidad es una persona que se ha entrenado en un puñado de hábitos en su vida.
el éxito consiste en hacer lo correcto, no en hacerlo todo correctamente.
los hábitos solo cuestan al principio.
Si mantienes la disciplina el tiempo suficiente en un hábito concreto, no solo se te hará más fácil adquirir el hábito, sino también otras cosas.
Si interpretas la fuerza de voluntad como un simple requisito del carácter pasarás por alto otro elemento igualmente esencial que ella: el tiempo. Es un elemento crucial.
la fuerza de voluntad no está siempre disponible.
«Las cosas buenas se hacen esperar» no estaba bromeando.
La fuerza de voluntad tiene una carga de batería limitada pero puede recargarse dándole un descanso.
Cuanto más usamos nuestra mente, menos poder mental tenemos. La fuerza de voluntad es como un músculo de contracción rápida que se cansa y necesita reposar. Es increíblemente potente, pero no tiene aguante.
Así como las decisiones nos van vaciando de fuerza de voluntad, los alimentos que comemos son también un agente clave en nuestro nivel de fuerza de voluntad.
¿Y cómo ponemos a funcionar nuestra fuerza de voluntad? Pensando en ella. Prestándole atención. Respetándola. Haciendo que lo que importa sea prioritario cuando tenemos la fuerza de voluntad al máximo. Dicho de otro modo, dándole a la fuerza de voluntad su momento.
La fuerza de voluntad se agota cuando tomamos decisiones para centrar la atención, cuando contenemos nuestros sentimientos e impulsos o cuando alteramos nuestro comportamiento para ir en pos de objetivos.
si quieres sacarle el máximo partido a cada día, haz tu tarea más importante —LO ÚNICO— bien temprano, antes de que se te agote la fuerza de voluntad. Puesto que tu autocontrol se irá debilitando a lo largo del día, empléalo cuando esté a su máxima capacidad en aquello que más importancia tenga.
El equilibrio no existe.
Para lograr unos resultados extraordinarios tienes que escoger aquello que más importa y dedicarle todo el tiempo que sea necesario.
Perder o no el equilibrio no es la verdadera cuestión. La cuestión es: ¿desequilibrio corto o largo?
Tu vida profesional se divide en dos áreas: lo que más importa y todo lo demás.
¿Cuántos barcos no navegaron por culpa de la creencia de que la Tierra era plana?
Creer en lo grande te libera y te permite plantearte preguntas distintas, seguir caminos diferentes y probar cosas nuevas.
Pensar a lo grande es esencial para obtener resultados extraordinarios. El éxito exige acción, y la acción exige reflexión.
Carol S. Dweck, psicóloga de Stanford, ha estudiado científicamente durante más de cuatro décadas cómo influye el concepto de nosotros mismos en nuestras acciones. Su trabajo ha proporcionado muchos conocimientos sobre por qué es tan importante pensar a lo grande.
Si el coraje no es carecer de temor, sino superarlo, entonces pensar a lo grande no es carecer de dudas, sino superarlas.
Una buena regla de oro consiste en redoblar los esfuerzos en todo lo que hagas. Si tu objetivo es diez, pregúntate: «¿Cómo puedo conseguir veinte?». Ponte un listón mucho más alto que lo que pretendes, de tal modo que tu plan prácticamente te garantice el objetivo inicial.
Aprendí que el éxito se reduce a esto: saber estar en sintonía con el momento que estás viviendo.
Yo no creo que sea tanto un secreto como algo que la gente sabe pero a lo que no le atribuye la importancia o la relevancia que merece.
La investigación ha demostrado que hacerse preguntas incrementa el aprendizaje y el rendimiento hasta en un 150 por ciento.
Para dar con las respuestas que buscamos, deberemos inventarnos las preguntas adecuadas, así que no nos queda más que concebirlas por nuestra cuenta.
Qué he de hacer ahora mismo para ponerme en el buen camino a fin de entender la visión de conjunto?
La pregunta esencial reduce todas las posibles preguntas a una sola: «¿Qué es LO ÚNICO que puedo hacer / gracias a lo cual / todo lo demás me resulte más fácil o innecesario?».
Ya busques respuestas grandes o pequeñas, plantearte la pregunta esencial es el mejor hábito que puedes adquirir en la vida.
la ausencia de especificidad nos deja más preguntas que respuestas.
Qué puedo hacer para duplicar las ventas en seis meses?». Aquí ya tienes todos los elementos de una gran pregunta. Un gran objetivo que, además, es concreto. Estás duplicando las ventas, lo cual no es fácil. Pero además tienes un marco temporal de seis meses, lo cual es todo un desafío.