More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Read between
September 4 - September 22, 2022
No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir brillos a lo que es. Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad. Seamos reales. Quiero exactitudes aterradoras.
Y me duelo del horrible parloteo del universo en los oídos de mi hijo y de saber que lo que para mí ha sido siempre un gozoso ejercicio de inmersión en la realidad, al agigantarse en su cabeza era para él tortura infernal, fuente de miedo.
Nos creamos ideas y mitos para poder esconder esa idea desoladora, esa pregunta sin respuesta, el hecho de que no tenemos un propósito en la vida; por ello nos inventamos las religiones, los seres superiores, para poder justificar nuestra existencia.
En vano lo rebato, le digo que estamos ante un momento de incomprensión histórica, ante una simplificación amplificada por la estupidez de la provincia. La pintura no morirá nunca, simplemente se transformará como ha hecho siempre. Yo soy muy clásico, se lamenta, como un leproso de sus heridas.
Lo veo entonces haciendo un esfuerzo supremo que se traduce en maquetas, planos, largos trasnochos y, sobre todo, en cara de aburrimiento, cuerpo tenso, falta de alegría. Y sin embargo, asume aquella tortura con enorme disciplina y perseverancia.
Sólo es bueno lo que nos hace felices, le decía yo en los últimos tiempos. Libérate. Y me duele pensar que en este punto me hizo caso. Radicalmente.
Mi niño desvalido, pensé, tan injustamente tratado por la vida. La Vida que, según palabras de Kertész, no tiene nexo alguno con el sentido.
escritura abre y cauteriza al mismo tiempo las heridas».

