More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
«soy el regalo de Dios a este mundo»,
la mayoría de los chicos populares son unos idiotas integrales.
Porque soy una cobarde. Sí, una cobarde total, una gallina de mierda. Me horroriza pensar que es posible que diga que no, pero me horroriza todavía más que diga que sí.
Así que…, la victoria de hoy: he saludado con la cabeza a Justin y él me ha sonreído. En la próxima clase, quizá le devuelva la sonrisa. Y en la siguiente, quizá mencione el café, la cena o el brunch.
—No te estoy pidiendo que te desnudes, cariño. Solo quiero echar un vistazo a tu examen trimestral.
—¿«Cariño»? Adiós al atrevido y hola al presuntuoso. —¿Preferirías «señorita»? ¿«Señora», tal vez? Usaría tu nombre, pero no sé cómo te llamas. —Por supuesto que no. —Suspira—. Me llamo Hannah. —Después hace una pausa llena de significado—. Garrett. Vaya, estaba muuuuuuuuy lejos con eso de la M.
—Vamos, hazme ese favorazo. Si suspendo la recuperación, mi nota media va a derrumbarse. Venga, porfa. —Despliego una sonrisa, esa que hace que mis hoyuelos aparezcan, esa que nunca falla y que consigue que las chicas se derritan. —¿Eso te funciona normalmente? —pregunta con curiosidad. —¿Qué? —La cara de niño pequeño en plan «jopetas, va», ¿te ayuda a conseguir lo que quieres? —Siempre
—Casi siempre
Así que, aunque me encantaría ayudarte… —No te encantaría —me quejo—. Parece que ni siquiera quieres hablar conmigo ahora mismo. El pequeño gesto que hace con los hombros en plan «me has pillado» me cabrea un montón. —Tengo que ir al ensayo. Lamento que hayas suspendido esta clase, pero si te hace sentir mejor, le ha pasado a todo el mundo. Entrecierro los ojos. —A ti no. —No puedo evitarlo. Tolbert parece responder bien a mi estilo de soltar chorradas. Es un don. —Bueno, pues yo quiero tu don. Por favor, maestra, enséñame a soltar chorradas. Estoy a dos segundos de ponerme de rodillas y
...more
—Ah. Bueno, pues entonces no hay mucho más que pueda hacer por ti. Buena suerte en el examen de recuperación, «cariño».
Sale pitando por la puerta y me deja allí, mirándola con frustración. Increíble. Todas las chicas en esta universidad se cortarían un brazo por ayudarme. Pero ¿esta? Huye como si le acabara de pedir que asesinara a un gato para poder entregarlo en sacrificio a Satanás. Y ahora estoy otra vez igual que antes de que Hannah —sin M— me diera ese leve destello de esperanza. Totalmente jodido.
Me violaron en una fiesta.
Años de terapia me han ayudado a ver que la culpa la tiene exclusivamente él. Algo no funcionaba bien en él. No en mí. Nunca en mí. Y la lección más importante que aprendí es que yo no soy una víctima, soy una superviviente.
Estudio Historia, cariño. Sé un montón d hechos inútiles.
—Hola, Hannah. Qué coincidencia encontrarte aquí.
Te necesito, Wellsy.
—He aprendido mucho de ti en el grupo de estudio. Tengo tu número de teléfono, tu nombre completo, incluso me he enterado de dónde trabajas.
Tomaré un sándwich especial de pavo.
Y una hamburguesa doble con queso y beicon. Solo la hamburguesa, sin patatas fritas. Aunque, he cambiado de opinión, con patatas fritas. Ah, y una ración de aros de cebolla.
—¿En
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
En serio te vas a comer...
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
—Claro. Soy un niño que aún est...
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
«No vas a deshacerte de mí tan fácilmente».
No va a deshacerse de mí tan fácilmente.
Se echa a reír. Tal vez debería sentirme ofendido por su reacción, pero me gusta el sonido de su risa. Es como musical, con un matiz ronco que cosquillea mis oídos.
—Solo por curiosidad —dice—, cuando te despiertas por la mañana, ¿te admiras frente al espejo durante una hora o durante dos? —Dos —contesto con alegría. —¿Y chocas los cinco contigo mismo? —Por supuesto que no. —Sonrío—. Me beso cada uno de los bíceps y luego apunto hacia el techo y le doy gracias al gran hombre de allí arriba por crear un espécimen masculino tan perfecto.
Me pregunto si Hannah Wells era una deportista en otra vida porque ¡qué mujer tan terca!
Y cómo no, en el instante en el que pienso en Garrett, el mismo rey de Roma entra por la puerta.
—Por Dios. Llega el «superhombre del campus» y lo mismo de siempre. Qué coñazo, ¿eh?
—En serio, Han, eres joven y guapa, y yo quiero que te enamores. No me importa con quién sea, siempre y cuando… ¿Por qué te está mirando Garrett Graham?
Así que sí, te estoy volviendo a ofrecer que salgas conmigo.
—No voy a intentar nada, Wellsy. Es solo llevarte a casa.
Para mi asombro, gira la cámara hacia su cara y hace una foto.
Si quieres, envíales a todos tus contactos un mensaje con esa cara tan sexy para informarles de que te llevo a casa. Así, si mañana apareces muerta, todo el mundo sabrá quién lo hizo. Y si quieres, puedes tener el dedo en el botón de llamada de emergencia todo el tiempo, por si tienes que llamar a la policía. —Suspira con exasperación—. Bien, ¿puedo, por favor, llevarte a casa?
La miro y veo que está frunciendo el ceño aún más, pero incluso con esa expresión intimidante está buena. Tiene una de las caras más interesantes que he visto; sus mejillas son quizá demasiado redondas y sus labios quizá demasiado carnosos, pero combinado con su suave piel aceitunada, sus alegres ojos verdes y el pequeño lunar sobre su labio superior, parece casi exótica. Y ese cuerpo… Joder, ahora que me he fijado en él, no puedo ignorarlo.
Lo hago por mí mismo. Y, en menor medida, lo hago para ganarle. Para ser mejor que él.
Aunque, para ser honestos, a veces no me siento ni la mitad de guay de lo que la gente piensa que soy, y estoy bastante seguro de que si alguien se tomara el tiempo de llegar a conocerme de verdad, probablemente cambiaría de opinión.
Por una fracción de segundo, casi le digo que lo olvide. Es como si estuviera… mal que a esta chica le importe lo que un gilipollas como Kohl piensa de ella. La inteligencia y la lengua afilada de Hannah se desperdiciarían con un tipo así.
No he conocido nunca a nadie que sienta tanta aversión por mi popularidad. Y no tengo ni idea de cómo tomármelo.
Creo que es posible que me guste.
—¿Te
Te has olvidado algo?
—Gracias por ...
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
Esperanza de que Justin se fije en mí. Esperanza de que pueda querer estar conmigo. Esperanza de haber, por fin, encontrado a alguien que pueda hacerme sentir algo.
—Por cierto, quiero una stripper para mi cumpleaños —anuncia GQ—. Lo acabo de decidir ahora mismo. Poneos manos a la obra.
—Joder, ¿eso ha sido una risa? No pensé que fueras capaz de mostrar diversión. ¿Puedes hacerlo otra vez y me dejas grabarlo?
—Me río todo el tiempo.
Sobre todo...
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
—Eres terrible para el ego de un chico, ¿sabes?