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September 19 - September 27, 2024
«Pregnancy leads to long-lasting changes in the human brain»,
Algunos autores abogan por procesos similares a los que ocurren durante la adolescencia: mielinización, poda sináptica y reestructuración en las ramificaciones de las dendritas neuronales.
En su estudio observó que las mujeres con cuatro hijos o más presentaban un mayor envejecimiento cerebral que se acentuaba a medida que incrementaba el número de hijos.
Tanto la nuliparidad como la multiparidad (más de cinco hijos) se han asociado con un mayor riesgo de demencia, pero los datos aún no son suficientemente consistentes.
todo apunta a que cuanto más tiempo pase el padre al cuidado del bebé —tiempo de calidad, por supuesto— más cambiará su cerebro, más se adaptarán sus hormonas y más se facilitará la conducta parental.
parto. Es decir, antes de que el bebé naciera, el cerebro de la madre ya había cambiado.
Quizá, para dar a luz y criar, sea necesario sentir más y pensar menos.
Constatamos que las madres que sufrían más estrés durante el embarazo tenían una peor experiencia de parto.
A su vez, aquellas con peor experiencia de parto presentaban más síntomas de depresión y ansiedad en el posparto.
Es triste, pero algunas personas solo son conscientes de la importancia de cuidar a las madres cuando se plantean si su bienestar puede afectar al bebé.
It’s time to rebrand «mommy brain». (Ha llegado el momento de redefinir el cerebro materno).
Ese dinamismo se caracteriza por disminuciones sutiles de memoria durante la gestación y el posparto temprano, que revierten o incluso mejoran a medida que avanza el posparto.
Es más, la autora plantea que la maternidad tiene un impacto positivo a largo plazo aumentando la reserva cognitiva con la que la mujer se enfrentará al deterioro normal asociado al envejecimiento.
en el tercer trimestre, sí existe un leve pero significativo empeoramiento de la memoria.
Algunos autores apuntan a la reasignación de recursos energéticos y metabólicos durante el embarazo.
los estímulos a memorizar están relacionados con la maternidad, las mujeres embarazadas no solo no muestran déficits de memoria, sino que puntúan mejor que las nulíparas.
La deprivación de sueño, tanto tras el parto como en cualquier otro momento de la vida, te aturde, te entristece y te enfada.
tras el parto, la atención se centra en el bebé, ignorando que el bienestar de este depende del de su madre.
«Si quieres saber qué se siente al tener un cerebro maternal, imagina un navegador con 2.897 pestañas abiertas. TODO EL RATO».
No es cuestión de ayudar, sino de ser corresponsables de las tareas de la casa y de la crianza.
vimos que las mujeres de mediana edad que son madres presentan rasgos cerebrales compatibles con un cerebro más joven.
mayor número de hijos, menor envejecimiento cerebral y cognitivo; pero hasta cierto límite, que parece estar en torno a los cuatro hijos.
investigaciones recientes sugieren que el embarazo podría modificar de manera duradera los niveles hormonales y la respuesta inmune,
las habilidades mentales que hemos estado entrenando persisten y nos confieren una mayor reserva cognitiva para compensar efectos adversos, como las enfermedades neurodegenerativas o el deterioro normal asociado al envejecimiento.

