«Demasiado a menudo, cometemos el error de creer que los negocios son cuestión de cálculo racional puro, algo que dentro de unos años los ordenadores harán mejor que los humanos. Tanto en conferencias como en pasillos de empresa, se oyen cosas como: «¿Qué indican los números?». «Dime qué ha pasado exactamente». «Analicemos la evidencia y tomemos la decisión adecuada». Y sin embargo, pocos talentos son más importantes para el éxito de un directivo que saber cómo contar una buena historia».