»Pero no hemos de preocuparnos tampoco en favor de las terminales. Los parahombres, por su parte, pueden haberse adaptado al enfriamiento de su sol, que ya debe ser bastante frío de por sí. En cuanto al universo-cosmeg, no hay razón para sospechar que la vida exista en él. Por el contrario, al inducir las condiciones requeridas para la gran explosión, es posible que iniciemos una nueva clase de universo que eventualmente sea hospitalario para la vida.