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ALLONBY.––La ventaja de jugar con fuego, lady Caroline, es que no nos quemamos. Sólo se quema la gente que no sabe jugar con él.
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ILLINGWORTH.––Es enormemente monstruosa la costumbre que tiene la gente hoy día de decir cosas contra los demás, a espaldas suyas, que son absoluta y enteramente ciertas.
ALLONBY.––Cosa curiosa: las mujeres feas siempre están celosas de sus maridos; las bonitas, nunca. LORD ILLINGWORTH.––Las bonitas no tienen tiempo. Siempre se encuentran ocupadas en estar celosas de los maridos de las demás.
ILLINGWORTH.––No debería permitírsele a una mujer que dijese su verdadera edad. Una mujer que dijese eso sería capaz de decirlo todo.
El alma nace vieja y se va haciendo joven. Ésa es la comedia de la vida. MISTRESS ALLONBY.––Y el cuerpo nace joven y se va haciendo viejo. Ésa es la tragedia.
Para volver a conseguir mi juventud, Gerald, yo haría cualquier cosa..., excepto ejercicio, levantarme pronto o ser un miembro útil de la comunidad.
LORD ILLINGWORTH.––¡Oh! Hable con todas las mujeres como si estuviese enamorado de ellas y con todos los hombres como si lo aburriesen,
Si desea saber lo que una mujer quiere decir realmente, lo cual es siempre peligroso, mírela y no la escuche.
Uno siempre está enamorado. Ésa es la razón por la que nunca debe casarse.
ILLINGWORTH.––Cuando uno está enamorado, empieza por engañarse a sí mismo. Y termina engañando a los demás.
ILLINGWORTH.––No intento ser perfecto del todo. Al menos espero no serlo. Tendría muchos inconvenientes. Las mujeres nos aman por nuestros defectos. Si tenemos los suficientes, nos lo perdonan todo, aun el tener una inteligencia gigantesca.
El mundo los aleja de nuestro lado, y ellos se hacen amigos con los cuales son más felices que con nosotras y tienen diversiones en las que nosotras no contamos e intereses que no son los nuestros, y frecuentemente son injustos con nosotras, porque cuando encuentran amarga la vida nos hacen reproches y cuando la encuentran dulce no dejan que compartamos con ellos su dulzura...
HESTER.––¿Quién es pobre cuando es amado? ¡Oh! Nadie.