More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
La frugalidad es una virtud, pero los dioses fruncen el entrecejo ante la avaricia.
Como pasa siempre que se reúne un grupo de servidores, hubo chismes y se dijo que aquella familia no era de categoría, sino plebeya.
muy apartado de las voces orgullosas y el bullicio de aquellos que creían que solo la acción, no la meditación, era la verdadera vocación del hombre.
–Se conoce a los hombres civilizados por su aprecio de la buena comida
–Nunca desprecies las inconsecuencias. Son la mejor salvaguardia del hombre contra la tiranía.
¿Es que un hombre en su sano juicio puede imaginar una nación educada según unas teorías de educación inmutables, artificialmente establecidas y uniformadas en todos los casos?
No hay nada tan deprimente y repugnante como una mentalidad promedio que ha sido obligada a adquirir conocimientos a pesar de su real capacidad.
un hombre no puede permanecer siempre recluido, que sus intereses se perjudican por el constante aislamiento y que acaba por dejar de ser hombre.
El hombre se debe a su mundo y a su posición y debe compartir con los demás los dones con que ha sido agraciado y, en opinión de Tulio, todo hombre, noble o humilde, poseía un don especial.
pazguato.
La Liga Jónica trajo a Grecia la lujuria, lo que acarreó su destrucción, porque entonces Grecia se dedicó a la holganza de cultivar el cuerpo: el ídolo de los hombres vulgares que piensan que los valores supremos residen en la belleza, la fuerza, los juegos atléticos, los deportes y los festivales. No hay nada malo en el cuidado del cuerpo con tal que se supedite al cultivo de la mente y sea siempre obediente a la voluntad.
sobre nuestros muros ya se han posado las feroces aves que se alimentan de carroña,
Cuando el poder reside en el pueblo y el gobierno tiene poderes restringidos, el pueblo florece y ningún hombre perverso puede dominarlo.
ahíta
obligarles a portarse como hombres y no como tigres.
«Es difícil decir quiénes son peores –declaraba el tribuno Marco Livio Druso–,* si los que sobornan a las masas o las masas que aceptan el soborno.
cuando un gobierno establece un impuesto, siempre encuentra excusas para mantenerlo por siempre jamás.
miasma
callejas
contrito.
Aunque gracias a su oro tenga a los senadores a su disposición, sigue siendo un ser despreciable.
las leyes no deben ser estáticas ni inmutables, sino que deben avanzar conforme el hombre avance.
Si no hay turbulencia, no hay vida. Se queda encharcado.»
Fue Pericles el que dijo: «No decimos que el hombre que no se interesa por la política se ocupa tan solo de sus propios asuntos. Lo que afirmamos es que no tiene nada que hacer en el mundo».
los César: «Serán recordados entre los grandes, pero nadie estará completamente seguro de en qué consistía su grandeza. Yo creo haber resuelto el enigma: no quisieron a nadie más que a sí mismos. En ningún momento olvidaron su deber para sí mismos o su propio provecho. Gracias a esta magia, convencieron a todos de que los César eran hombres fuera de lo común, que se merecían el amor y los honores».
Con los poderosos, los César eran aduladores, atentos, serviciales, sacrificados y leales. Con sus iguales eran amables y considerados, aunque ligeramente retraídos. Su compañía era agradable y entretenida, raramente entraban en discusiones, se mostraban de acuerdo aunque en el fondo no lo estuvieran; eran graciosos, hipócritas, hablando jamás formulaban una opinión, se les podía considerar deshonestos mas encantadores, totalmente hipócritas pero flexibles; no se mostraban reacios a los chismes si eso había de reportarles alguna ventaja, aunque siempre hablaban bien de vecinos y amigos. Con
...more
Para Julio la verdad era una cosa muy restringida y a menudo aburrida. Su mente imaginativa, su genio para la invención, le hacían saltar por encima de la verdad como uno salta por encima de una roca que se encuentra en su camino.
–Tus palabras han sido duras, muchacho. Eso quiere decir que la herida es muy profunda.
concupiscencia.
Bendigamos a los dioses, aunque no existan
ardite.
Los abogados, siendo hombres, es natural que tengan sus opiniones, pero nadie debe conocerlas si es que aspira al éxito y, sobre todo, quiere sobrevivir. Que digan siempre:
«Sí, tiene usted razón, pero ¿no le parece (y perdone que se lo diga) que los contrarios también tienen sus razones?». Deben parecer indecisos y dóciles y que se dejan convencer fácilmente. Deben sonreír con agrado. Solo así podrán llegar a ser famosos como hombres de amplia tolerancia y ningún político podrá jamás acusarles de nada desastroso para su carrera. De ese modo no solo sobrevivirán, sino que se harán ricos.
–Un abogado no debe permitirse decir «si gano» –replicó–. ¿No te lo he dicho ya?
–Donde el poder se ejerce sin limitaciones, no hay ley que valga –insistió Marco.
retrepó
miríada
el hombre aborrece al poderoso, bien por envidia o sospecha.
hosannas
olor del saber
O, mejor dicho, el olor de la perfidia. ¿Cuándo han dejado los abogados de ser pérfidos?
Recuerda que un hombre es inocente hasta que se demuestra su culpabilidad ante un magistrado. Así lo especifica la ley romana.
dríade
priapista.
Arquías tenía razón: las repúblicas son austeras, dignas, moderadas y masculinas; pero cuando caen en democracias se hacen vulgares, plebeyas, irracionales, afeminadas y sensuales.
Cincinato había hablado del «hombre ideal», que solo podía darse en las repúblicas. Los hombres que surgían de las democracias eran criaturas desmelenadas, dadas al desorden por principio.
derviches.
lista de proscritos
cuando los sacerdotes ceden ante la autoridad civil y ante los tiranos han vuelto la espalda a Dios y abandonado a los hombres a su suerte.
saturnalia,

