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April 15 - April 22, 2025
Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal. Este ruido mental incesante te impide encontrar el reino de quietud interior que es inseparable del Ser.
La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente. Sin embargo, si se usa incorrectamente, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata tanto de que usas la mente equivocadamente: generalmente no la usas en absoluto, sino que ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Crees que tú eres tu mente. Ése es el engaño. El instrumento se ha apoderado de ti.
En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior.
su propia voz interna sea el peor enemigo de la persona.
Para el ego, el momento presente apenas existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro.
«El pensamiento sólo tiene un papel subordinado en la breve y decisiva fase del acto creativo mismo»1. Yo diría que la razón por la que la mayoría de los científicos no son creativos no es que no sepan pensar, sino que no saben dejar de pensar.
Adquiere el hábito de preguntarte: ¿Qué está pasando dentro de mí en este momento? Esa pregunta te orientará en la dirección correcta. Pero no analices, simplemente observa. Enfoca tu atención hacia dentro.
cuanto más lucha la mente por liberarse del dolor, mayor es éste. La mente nunca puede encontrar una solución y tampoco puede permitir que tú la encuentres, porque ella misma es parte intrínseca del «problema».
Aunque el cielo esté totalmente cubierto de nubes negras, el Sol no desaparece. Sigue estando allí, al otro lado de las nubes.
cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egotista.
Al roble o al águila les parecerían divertidas. Contestarían: «¿Qué hora es?… Bueno, es ahora. ¿Qué otra hora puede haber?» Sí, necesitamos la mente y el tiempo para funcionar en el mundo, pero llega un momento en el que se apropian de nuestras vidas y es entonces cuando se instauran la disfunción, el dolor y el sufrimiento.
Acepta; y después actúa. Acepta cualquier cosa que contenga el momento presente como si la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor del momento, no contra él. Haz del presente tu amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente tu vida.
El cuerpo-dolor puede parecerte un monstruo peligroso que no te atreves a mirar, pero te aseguro que es un fantasma insustancial incapaz de prevalecer ante el poder de tu presencia.
«Todo se muestra cuando queda expuesto a la luz, y lo que queda expuesto a la luz se convierte en luz». Del mismo modo que no puedes luchar contra la oscuridad, tampoco puedes luchar contra el cuerpo-dolor. Si lo intentaras crearías más conflicto interno y prolongarías el dolor. Basta con observarlo. Observarlo implica aceptarlo como parte de lo que es en este momento.
Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad.
El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora.
La muerte te desnuda de todo lo que no eres tú. El secreto de la vida es «morir antes de morir» y descubrir que no hay muerte.
Ya has entendido la mecánica básica del estado inconsciente: identificación con la mente, que crea un falso yo, el ego, como sustituto del verdadero yo arraigado en el Ser.
La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones.
El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás.
En el ahora, en la ausencia de tiempo, todos tus problemas se disuelven. El sufrimiento necesita tiempo; no puede sobrevivir en el ahora.
la mente crea una obsesión en la que el futuro sirve para escapar de un presente insatisfactorio.
Toda negatividad está producida por una acumulación de tiempo psicológico y una negación del presente. Inquietud, ansiedad, tensión, estrés, preocupación… son aspectos del miedo, y todos ellos están producidos por un exceso de futuro y una falta de presencia. Culpa, lamento, resentimiento, pena, tristeza, amargura y todas las demás facetas de la falta de perdón están causadas por un exceso de pasado y una presencia insuficiente.
Trata de conceder mucha más atención a lo que haces que al resultado que esperas obtener. Concede toda tu atención a lo que el momento te presente.
En cuanto honras el momento presente, toda infelicidad y esfuerzo se disuelven, y la vida empieza a fluir con alegría y suavidad. Si tus actos surgen de la conciencia del momento presente, cualquier cosa que hagas, hasta la acción más simple, quedará impregnada de calidad, cuidado y amor.
En el mundo, en lo relativo a tu situación de vida, puedes hacerte rico, adquirir conocimientos, tener éxito, liberarte de esto o de aquello, pero en las dimensiones profundas del Ser ya eres completo y total ahora.
Liberarse del tiempo es liberarse de la necesidad psicológica del pasado para tener una identidad; y del futuro, para hallar nuestra realización.
la raíz del sufrimiento se halla en nuestro constante desear y anhelar.
Estoy relajado en este momento?». O también puedes preguntarte: «¿Qué está ocurriendo dentro de mí en este instante?».
La realidad primaria está dentro; la secundaria, fuera.
¿Estás contaminando el mundo, o lo estás limpiando? Eres responsable de tu espacio interno —nadie más lo es— y también eres responsable del planeta. Lo mismo que ocurre dentro, sucede fuera. Cuando los humanos limpiemos la contaminación interna, también dejaremos de generar polución externa.
Si cometes un error, al menos aprenderás algo, y así el error dejará de serlo. Si permaneces atrapado, no aprendes nada. ¿Es el miedo lo que te impide actuar?
Haz morir el pasado cada momento. No lo necesitas. Refiérete a él sólo cuando sea absolutamente relevante para el presente. Siente el poder de este momento y la plenitud del Ser. Siente tu presencia.
Cuando te haces consciente del Ser, lo que en realidad ocurre es que el Ser se torna consciente de sí mismo. Y ese acto por el que el Ser toma conciencia de sí mismo es la presencia. En el Ser, conciencia y vida son términos sinónimos;
«El maestro y el discípulo, juntos, crean la enseñanza».
tu dolor no sirve a otro propósito que el de fortalecer un falso sentido de identidad. Perdonar es no ofrecer resistencia a la vida, permitir que la vida viva a través de ti.
No puedes entender el espacio porque no destaca. Y aunque en sí mismo no tiene existencia, permite la existencia de todo lo demás. El silencio y lo No Manifestado tampoco tienen existencia.
«Estás en el mundo, pero no eres del mundo»,
Las relaciones mismas no son la causa del dolor y de la infelicidad, sino que sacan a la superficie el dolor y la infelicidad que ya están en ti. Todas las adicciones lo hacen. Llega un momento en que la adicción deja de funcionar y sientes el dolor con más intensidad que nunca.
si aceptas que la finalidad de las relaciones es hacerte consciente en lugar de hacerte feliz, entonces te ofrecerán salvación,
Esta renuncia a juzgar no implica que no reconozcas la disfunción y la inconsciencia cuando las veas. Significa «ser el conocimiento» en lugar de «ser la reacción» y el juez.
Tener identidad de víctima es creer que el pasado tiene más fuerza que el presente, que es lo opuesto a la verdad.
Cualquier emoción a la que lleves tu conciencia se debilitará rápidamente y quedará transmutada.
El perdón del presente es aún más importante que el perdón del pasado. Si perdonas a cada momento y aceptas que sea como es, no se creará una acumulación de resentimiento que haya de ser perdonada más adelante.
Mediante el perdón, que en esencia significa reconocer la insubstancialidad del pasado y permitir que el presente sea como es,
La naturaleza cíclica del universo está estrechamente vinculada a la impermanencia de todas las cosas y situaciones.
Un monje budista me dijo en una ocasión: «Todo lo que he aprendido durante los veinte años que llevo de monje puedo resumirlo en una frase: “todo lo que surge, se desvanece”. Esto lo sé con seguridad». Lo que quería indicar es: he aprendido a no resistirme a lo que es; he aprendido a permitir que el momento presente sea y a aceptar la naturaleza impermanente de todas las cosas y los estados. Así he encontrado la paz.
La resistencia creada por la reacción —la irritación o el enfado en este caso— es mucho más molesta que la causa original que está tratando de disolver.
Perdónate por no estar en paz. En el momento en que aceptas completamente tu falta de paz, la no-paz se transforma en paz. Cualquier cosa que aceptes plenamente te llevará allí, al estado de paz. Éste es el milagro de la rendición.
Compasión es tomar conciencia del profundo vínculo que te une a todas las criaturas.

