Si antes, con
Green Room
,
señalaba el placer de encadenar películas que se disfrutan, ahora toca comentar lo contrario, porque esta bacanal zinéfaga tiene un precio y las horas de sueño sacrificadas acaban pasando factura. Es lo que me pasó con esta adaptación de
Macbeth
que, por lo leído en redes sociales, ha gustado a muchos. No es mi caso, pero mi juicio es endeble y sin valor. Entré con ganas, había fuerza visual y me encanta el poderoso paisaje escocés, pero la densidad del recitado de l...
Published on October 15, 2015 10:43