Esto es lo que pasa cuando te has entregado de tal forma a una historia y a sus personajes durante años; que una vez que piensas que has llegado al final, resulta que estás un tanto equivocada, que las despedidas nunca son en verdad como las planeaste y que aún cuando tú pienses que no tienes nada más por decir, es posible que los personajes que se la pasan susurrándote al oído no estén del todo de acuerdo contigo. Y te buscan, te persiguen, te dicen que aún hay algo más...
Esta es la última aventura o, quizá locura, como prefieran llamarla, que se me ha ocurrido para mantener el tren de la imaginación a toda marcha. Un capricho muy personal y una forma de dar por terminada una saga, pequeña pero significativa para mí, y que espero lo fuera también para quienes han tenido la oportunidad de leerla. Y quienes no, confío que se vean tentados al leer esta breve novela para animarse así a conocer la historia de cada una de esas parejas que comparten aquí una aventura muy especial.
Cuando di por terminada la saga de
En busca de un hogar con la publicación del título que le da el nombre, y luego con
Cuando ya no te esperaba y
El hechizo del ángel, sentí que en verdad no había puesto un punto final a la historia de tantos personajes que me acompañaron durante años confiándome cada una de sus aventuras y su búsqueda del amor. Comprendí que así como yo sentía el deseo de saber qué ocurría después del consabido “Y vivieron felices…”, muchos generosos y fieles lectores que me acompañaron a lo largo de mi aventura querrían saberlo también.
De modo que me propuse prestar absoluta atención a lo que mis queridos personajes quisieran confiarme y, como por arte de magia, llegó a mí esta historia que nos permitirá ir un poco más allá y acompañarlos a todos en una última aventura.
La aventura de marras ya está aquí y gracias a la generosidad de Lorraine Cocó que además de escribir de maravilla tiene también en la mano el arte del diseño, puedo compartir la portada de
Una reunión inolvidable. Estará disponible más que pronto y espero la disfruten tanto como lo hice yo al escribirla.