El desarrollo del don de la Magia

La Magia era como un portal que se abría al niño elegido para recibir sus dones

La Magia evolucionó desde los tiempos de Talamun, convirtiéndose en un proceso cambiante que, según los propios Magos, sigue sus propias reglas. Esta afirmación, que parece un tanto ambigua a priori, es bastante exacta. Sin embargo, se han observado ciertas reglas o principios que permanecieron inmutables durante todas las edades de Eárnil. Y si bien en los detalles pudo haber cambios en dichas reglas, la esencia siempre fue la misma.
El primer concepto básico que permaneció fiel durante el paso de los siglos fue el de la Llamada. La Llamada era la chispa que anunciaba el despertar de la Magia en un Hombre, y solía producirse durante la transición entre la niñez y la adolescencia. De repente, un niño era capaz de manejar los elementos, comunicarse mentalmente con alguien, traer al mundo un ser de otra dimensión o crear sorprendentes ilusiones. Esas manifestaciones tenían lugar de manera espontánea, sin la pronunciación de ningún hechizo, ya que el niño que las experimentaba era, hasta entonces, completamente ignorante de los procesos arcanos. Pero, como solía decirse, la Magia es un ser vivo y tiene sus propios planes. Con esta Llamada, el niño recibía la señal de que había sido tocado por el Don de la Luz, y por tanto su vida quedaba unida a él para siempre. Porque quien recibía el Don, debía entregarse a él. Muchos hechiceros, no sin cierta dosis de cinismo, han afirmado a lo largo de los años que la Magia era como una amante ardiente e insaciable. Se entrega a ti y te colma de poder y satisfacción, pero exige una dedicación en igual medida. Desde que recibe la Llamada, el niño queda atado a la Luz, y esas ligaduras permanecerán toda la vida. Si un Mago se muestra perezoso con el uso de la Magia, descuidando su estudio y su práctica, ella lo abandonará.


La Magia era una amante entregada, pero a la vez sumamente exigente
La Llamada también determinaba la especialidad de la hechicería. Si un niño de pronto era capaz domar el viento y desplazar objetos con él, se convertiría en Mago de Aire, y si otro de repente prendía una llama de la nada, era señal de que la Magia de Fuego había llamado a su puerta.
La Llamada no duraba eternamente. Era una señal temporal, un aviso, pero si era desoído el poder acaba desvaneciéndose. Por eso era tan importante que los niños que recibían el Don fueran adiestrados, ya que, de lo contrario, la Magia se convertía en la amante despechada que te deja atrás sin miramientos. Cuando un niño recibía la Llamada, los padres tenían la obligación de informar a un Mago de su especialidad, y este, a su vez, contraía la obligación de adiestrarlo, si le era posible. Como norma general, ningún hechicero se negaba a ello, no solo porque eso contravendría las disposiciones de la propia Magia, como ente vivo que era, sino porque para cualquier hechicero su relación con la Luz era tan estrecha, de tal dependencia, que se sentía forzado inopinadamente a contribuir a que más y más hombres saciaran su voracidad. Era la forma de que la Magia medrara en el mundo y se hiciera cada vez más presente y poderosa, aumentando de esa manera el poder de los propios hechiceros. Una relación simbiótica que, por norma, nadie deseaba quebrar.



Quien recibe la Llamada queda atado a la Luz para siempre 
Sin embargo, no era raros los casos en que la Llamada era desatendida. No siempre había disponible un hechicero de esa especialidad, o si lo había, podía suceder que ya tuviera a su cargo otro discípulo. También podía suceder, aunque era mucho menos frecuente, que un Mago se negase a tomar ninguno. En efecto, existía también la figura del hechicero solitario que no deseaba adoptar aprendices. Ese comportamiento egoísta provocaba malestar y resentimiento por parte de la familia del niño, de los otros magos y, en general, de toda la comunidad. Además, la decisión de no promover el crecimiento de la Luz en el mundo traía como consecuencia que la Magia se debilitara en ellos, con lo que debían suplir esa carencia intensificando su estudio y su práctica. Esos hombres acababan convirtiéndose en figuras solitarias y hurañas, apartadas de la sociedad.
Sin embargo, la Magia tenía sus propios recursos, y cuando una Llamada no era atendida, aún existía la posibilidad de reavivarla. Los Magos asociados a la especialidad del Maná Puro tenían la capacidad para quebrantar el Letargo producido por una Llamada desoída, permitiendo que el don pudiera regresar y manifestarse igual que la primera vez. En esos casos el afectado podía iniciar un aprendizaje, aunque a una edad tardía, y la Magia conseguía su objetivo de perpetuarse en él. En ocasiones la Llamada podía resurgir al cabo de los años por sí sola, aunque eso era algo realmente infrecuente.


El adiestramiento mágico consistía en una etapa de intenso estudio que duraba unos cuatro años
El adiestramiento mágico de un niño duraba unos cuatro años. En ese tiempo, su Maestro debía ayudarle a aprender y familiarizarse con todos los conceptos de la Magia. Con el paso de los años, dicha formación se reguló y se ordenó en los siguientes puntos:
Enseñanza de la lengua arcana, que era una variación de la lengua élfica que llegó a los HombresEnseñanza y práctica de los conjuros asociados a la especialidad, en dificultad crecienteDesarrollo del don de percepción de los hechizos de otras especialidades: un Mago debía ser capaz de reconocer el maná que se expande a su alrededor como consecuencia de la formulación de un conjuroCreación de salvaguardas: una vez desarrollada la capacidad para detectar maná ajeno, el Mago debe ser capaz de formular conjuros de protección contra él. El escudo así erigido sería tan fuerte como poderoso fuera el hechicero que lo levantaseHistoria de la Magia
En ocasiones el Maestro también debía llevar a cabo formaciones complementarias, como la enseñanza básica de la lectura y escritura, en caso de recibir alumnos analfabetos.
En resumen, la Magia se perpetuaba entre los Hombres, otorgándoles su don y retroalimentándose con él. Era un ente vivo, a la vez poderoso y sutil.
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Published on May 25, 2015 00:23
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Alberto  Rodríguez
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