Texto de los jueves
En algún valle de lágrimas de José Re...
En algún valle de lágrimas de José Revueltas
1) Qué modo de penetrar en el alma de un hombre. Qué modo de abrir el pecho de un hombre, extraer el corazón y arrojárselo a los perros. Sin lugar a dudas me atrevería a decir que En algún valle de lágrimas es la más grande novela de la literatura mexicana. Cuán desgarradora. Cuán terrible. Cuán atrozmente humana es esta novela. En ningún momento complaciente. Cada vez parece que la historia llegó a su fin, y cada vez avanza más en el alma de sus protagonistas. Como si atrás del dolor hubiese una punción que obligara a ir más allá. Más allá de cualquier tormento inimaginable.
2) Porque el alma avanza en su propia tortura. Aunque se remonte en alta mar como un navío sin distracciones. A salvo de cualquier embestida. Hay que meter el escorbuto de la confesión hasta las heces mismas de lo inconfesable. ¿Por qué el protagonista masculino de En algún valle de lágrimas se mantiene impoluto? ¿Por qué está armado de una coraza que lo hace inconmovible, sujeto a su propia moral? Para que se salve. Para que sienta la mano de Dios sobre su nuca. Sabe que la peor miseria puede ser curada por el Redentor. Por eso actúa así. Porque representa la parte más abyecta de la sociedad. Y sabe que se va a salvar a través de sus eruptos malignos. Ni siquiera el demonio es tan hijo de puta.
3) Este personaje vive apegado a su criada. Una noble mujer que no ve maldad en él. Aunque quizás por miedo oculta sus emociones. Quizás porque en el fondo de su corazón sabe que su patrón —tan cuidadoso de sentarse correctamente en la taza del baño— es capaz de matarla. Lo ha visto hacer cosas atroces —arrojar los cachorros de su gata en el escusado, cuando el hombre decide que ella, la gata, es una puta, como “todas las mujeres”. Pero como la criada —Macedonia, una anciana decrépita, consagrada al arte de atender a su patrón— permitió que su gata anduviera de caliente por las azoteas, en lugar de encerrarla en el desván, no merece estar en su casa. Se apresta a darle un castigo ejemplar. Aunque en forma simultánea piensa en comprarle un féretro humilde. Como la condición misma de su criada. Desde luego no podrá disponer para ella un féretro de lujo porque los pobres tienen que atenerse a su condición social. ¿Cómo si no funciona el mundo?
4) Otro de los personajes más acuciantes es el director de la escuela a la que el personaje asiste cuando es un niño. El director era el hombre más severo del mundo. Quien imponía medallas y castigos por igual. Y a quien le fascinaba hacer escarnio de la miseria a costa de los que lo rodeaban. Humillar a los alumnos de origen humilde, por ejemplo preguntándoles lo que habían hecho cada mañana. Y se relamía la boca entre más severa era la confesión de los chicos. Si un niño decía llegué tarde porque mi mamá me mandó a comprar la leche, y no había dinero porque mi papá llegó borracho anoche y se gastó todo el gasto, entonces el director le pegaba al niño para que sintiera en carne propia el error del padre. Así pues, un día el ínclito director llega tarde a la escuela perdido de borracho. Los maestros tratan inútilmente de que los niños no lo vean. Pero el propio director lo impide. Entonces se busca en los bolsillos y les da caramelos a los chicos. Poco a poco se aproximan y descubren en la mirada del director un brillo de piedad. En ese momento se presentan en la escuela dos judiciales con un policía. Lo esposan y se lo llevan arrestado. En cosa de minutos, se corre la voz de que acaba de matar a su mujer.
5) Y eso para no hablar de la tensión dramática.
6) En fin. La mejor novela mexicana. Con mucho.

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