La política española gana en nervios y pierde en valores
En un panorama de cambio, cuando se abren fisuras decisivas en un horizonte de hormigón armado que parecía inmutable, es lógico que los pensamientos se llenen de ilusiones, tentaciones, obsesiones, capitulaciones, decepciones… y de otras palabras que acaban en “ones”. Uno mira la realidad, uno se entera, ve, escucha, y a los labios sube una expresión: “tiene narices”.
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la_angustia_del_poder_28008_1023.html
Published on February 08, 2015 00:42