Ciego

Pataleta.
Una de la preguntas, atingentes o no, que siempre me he hecho es la enorme distancia que hay entre la manera de operar de un artista plástico y la de un artista literario. Siempre adelanto que no poseo ningún backup académico que respalde lo que digo desde el punto de vista literario, ni siquiera he leído a Dostoievsky, de modo que sirva de aviso para el que quiera dejar hasta acá la lectura de esta reflexión medio en penumbras que hago a pito de nada.
Hace un tiempo hice una reflexión durante una entrevista que me significó reparos e incluso alguna burla por ahí. Dije que el escritor debía convertirse en un artista multiplataforma. Las risitas complacientes venían acompañadas de frases como: "este tipo no sabe que la literatura se trata de escribir bien, no de gadgets tecnológicos o parafernalia tipo voladores de luces". Ahí recordé mi vieja pregunta acerca del aparente retraso de la literatura en abrazar cierta agenda del ideario moderno. La impresión de que en literatura aún no se abandonaban algunas prácticas arcaicas que las Artes Plásticas habían dejado atrás casi con el inicio del siglo XX.
Los artistas plásticos no buscan hacer "bien" las cosas, no buscan "no cometer errores", no buscan "parecerse a cierta corriente", no buscan el "purismo". La mezcla, el hibridismo, la búsqueda y los nuevos lenguajes no son una rareza o un género en las artes plásticas sino su más pura esencia. Es cierto que aún me sorprende la ingenuidad con que alaban la obra de Juan Luis Martínez, por ejemplo. Aún no comprendo la sorpresa y el culto a un par de expresiones que a esas alturas ya eran clichés gastados en el arte del siglo XX. No entiendo que aún se sorprendan con "novelas fragmentarias" o "subversiones al orden cronológico" u otras herramientas que ya son más suelo sobre el que construir que reales aportes en las artes plásticas. Me aburre la minuciosidad con que se busca escribir "como correponde".
¿En qué he notado que se diferencian los artistas plásticos de los artistas literarios? El primero siente que es un deber, entendiéndo "deber" como un imperativo dentro del paradigma, un impulso incuestionable del espíritu (acuso tirón de orejas de Roberto) abrirse paso hacia "lo otro". Si algo ya está hecho es impensable revisitarlo, hacerlo de nuevo. Si ya alguien escribió como Bolaño es impensable pensar que reiterando su modelo se llegará a algún lado. El alumno de artes plásticas ya sabe que su camino es buscar su propio lenguaje aunque no lo lleve a ningún lado. El artista plástico siente como un imperativo conocer su contexto histórico, las nuevas herramientas tecnológicas y las posibilidades de la ingeniería o la ciencia para desarrollar su obra. Usarlas para apoyarla, hablar de ellas o de plano ocuparlas para hacer crecer su propuesta. A eso me refería con que la obra no es el formato (el libro), sino una expresión flexible que busca encarnarse en diferentes plataformas para alcanzar sus máximas posibilidades. De otro modo, el artista plástico seguiría pegado al linezo, al óleo y el mármol y nunca habríamos conocido a un Duchamp, un Christo, un Helnwein o un Damien Hirst.
¿Cómo veo de diferente al artista plástico del literario? Veo al artista literario encerrado entre tapas de cuero de un formato que se desvanece, asustado, dando palos de ciego con gran elocuencia y poder argumentativo, con desprecio, pero ciego al fin, desvaneciéndose apegado a su tabla con solapas formato doble cuartilla cosido con papel hueso.
Extrapolado al chancho, ¿es la disolución de la labor de escritor? me importa un pepino, esto es una carrera hacia adelante sin importar el fin al que pueda conducir, el futuro es para adelante.
Para mayor info, algo que venimos cacareando hace años: http://tinyurl.com/324agsa
Consejo para los colegas escritores: infórmense, estudien, abran los ojos, búrlense todo lo que quieran porque no se de lo que hablo, pero si creen que todo se va a tratar de tomar sus libros de papel, tipearlos en word y subirlos a un bookstore online, están muy equivocados.
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