Hay que conseguir que una multitud no sea un conjunto de soledades.
Escribir literatura supone inventarse un lector. Quien escribe necesita ordenar sus pensamientos, buscar las palabras precisas, imaginar en una dirección determinada, tomar decisiones que implican a otro. El lector ideal, más que la persona que mañana puede comprar un libro, es un esbozo de la conciencia del autor, el lugar en el que aprende cosas de sí mismo al mirarse desde fuera, con una objetividad que lo distancie de su ensimismamiento.
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Published on August 31, 2014 01:22