Un pie descalzo tras otro, hundido en la arena por un instante. Discontinua línea perfecta y plena. Eterna y efímera. Yacerá el secreto cuando las olas borren la verdad, y será descubierto porque ya estuvo y estará allí en otros paseos, en otras carreras, en otras risas, en otros pesares permutados por esperanza tamizada con el atardecer. Casi lo mismo. El límite de la felicidad no es tal en el sendero de una playa infinita que no sabe solo de ti, sino de todos.
Iván Hernández, Mayo 2014
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Published on May 25, 2014 12:14