Are you called to serve in 2014 – Estás llamado a servir en 2014
Encounter with Jesus (en español abajo)
Crosswalk Devotionals
How do you respond when you find opportunities to serve God? Let me list some of the wrong answers:
“I can not.”
“My schedule is too busy.”
“I don”t know how to do it.”
“I’m not a pastor.”
These responses close the door before we know whether or not the Lord wants us to enter. You’ve probably never thought that refusing to serve God is idolatry, but that’s what it is: bowing to self rather than submitting to the Lord.
The Lord first wants His servants willing to do whatever the calling, and after to look for how they can meet their specific plan. God specially endows his followers to serve him according to his will. But when we have decided that we cannot, we will not, or are not well prepared, then we are acting according to our own will, and that’s not right.
You can serve the Lord as a good father, sharing the gospel with coworkers, friends or listening to those who are suffering. There is no restriction on what God can do with a willing helper. The power of his Spirit exceeds human limitations. Do not feel brave enough? God can change that. Do not have the right skills? God can change that.
Leaving excuses behind is the wisest thing we can do to serve God. Trust that the Lord will enable you to do what he calls you to do, and He will take care of providing for it and properly preparing you (Eph 2.10; 2 Tim 2.20 , 3.16, 17). All He asks is that you say “yes”.
Encuentro con Jesús
¿Cómo responde cuando encuentra oportunidades para servir a Dios? Permítame enumerar algunas de las respuestas incorrectas:
No puedo.
Mi agenda está demasiado ocupada.
No sé cómo hacerlo.
No soy pastor.
Estas respuestas cierran la puerta antes de que sepamos si el Señor quiere o no que entremos. Usted quizás nunca ha pensado que negarse a servir a Dios es idolatría, pero eso es lo que es: doblegarse ante uno mismo en vez de someterse a él.
El Señor quiere que sus siervos estén dispuestos, primero, a hacer lo que sea; y después, a buscar conocer su plan específico para ellos. Dios dota de manera especial a sus seguidores para que le sirvan conforme a su voluntad. Pero cuando ya hemos decidido que no podemos hacerlo, que no lo haremos, o que no estamos bien preparados, estamos actuando entonces de acuerdo con nuestra voluntad, y eso no está bien.
Usted puede servir al Señor como buen padre, o como quien comparte el evangelio con sus compañeros de trabajo, o como amigo que escucha a quienes estén sufriendo. No hay ninguna restricción en lo que Dios puede hacer con un ayudador dispuesto. El poder de su Espíritu supera las limitaciones humanas. ¿No se siente lo suficientemente valiente? Dios puede cambiar eso. ¿No tiene las aptitudes adecuadas? Dios puede cambiar eso.
Dejar las excusas es lo más sabio que podemos hacer para servir a Dios. Confíe en que el Señor le capacitará para hacer lo que él le llame a hacer, y que se ocupará de dotarle y prepararle debidamente (Ef 2.10; 2 Ti 2.20; 3.16, 17). Lo único que él le pide es que diga “sí”. Dejar las excusas es lo más sabio que podemos hacer para servir a Dios.
