La derrota d'uns quants

Igual que va dir el Leonard Cohen ahirnomés vull expressar la derrota d'uns quantsamb un pèl, si és que en sé, de bellesa i dignitat
JULES
Llegué y estabas tú, ya sabía que estarías tú pero igualmente me sorprendió, y me recibiste, como se dice, como Dios manda, y te pusiste a llorar y a mí, que no me salía llorar, a mí no me salía, no podía llorar porque estaba contenta, y tú llorabas y yo te abrazaba y te decía no llores, no llores, si hay que estar contentos, y tú ya lo sabías que había que estar contentos, pero fue como cuando nació Víctor, que nosotras llorábamos y mamá decía pero si no hay que llorar, hay que estar contentos, como si nosotras lloráramos de tristeza cuando se sabía que no, que se lloraba de alegría por el nacimiento, porque un nacimiento siempre es motivo de alegría aunque haya excepciones, y nos daba rabia que no nos dejaran llorar tranquilas y lo decíamos, queremos llorar tranquilas porque estamos contentas, porque era injusto que no pudiéramos llorar en el hospital, sobre todo porque yo estaba a punto de irme y al menos me llevaba eso, me llevaba conmigo que Víctor había nacido y tenía unos calcetines pequeños en las manos a modo de guantes, y me quedaba con que dormía bocabajo mirando hacia la derecha, y ponía la boca así, haciendo una o, pero tú llorabas y aunque yo sabía que era bueno que lloraras, y hasta habría sido bueno que llorara yo, si me permites que lo reconozca ahora, igualmente te decía lo mismo que mamá, que no lloraras, con la rabia que me da a mí que me pidan que no llore, como si se pudiera evitar, y, de verdad, ojalá hubiera llorado yo también, pero cuando alguien está fuera de casa mucho tiempo, si és que hi ha cases d'algú, cuando vuelve se siente a salvo, y cuando uno está a salvo no llora, o a lo mejor también llora, que me imagino que también los habrá que lloren como nosotras cuando nació Víctor, pero en principio no se llora, se ríe uno, se mea de risa si se me permite la expresión, a carcajadas, pero tampoco podía reírme, sólo podía lo que estaba haciendo, pedirte que por favor no lloraras, que ya se había acabado todo, anda no llores por favor, y tú seguías y yo, te lo prometo, habría llorado de alegría, pero acababa de llegar a casa, y uno cuando llega a casa por fin, después de mucha añoranza, es incapaz de derramar una lágrima, ni una pequeña pequeña pequeña pequeña.
Published on December 01, 2013 01:40
No comments have been added yet.