¡La ley de la atracción: la más poderosa que existe en el universo, y tú puedes utilizarla para tu crecimiento y felicidad!
¡La ley de la atracción: la más poderosa que existe en el universo, y tú puedes utilizarla para tu crecimiento y felicidad!
Por Héctor Williams Zorrilla
(Un regalo para los lectores tomado de su último libro que acaba de ser publicado “El árbol de tu vida: tu mente es el terreno, tus pensamientos son las semillas”. __________________________________________
Capítulo XII
¡Practica en tu vida la ley de la atracción: energías similares se atraen, energías desiguales se repelen!
Primero tienes que ser lo que deseas atraer en tu vida. Las energías que atraes hacia ti son las mismas que posees. Si quieres atraer amor, tienes que vivir en amor. Tus energías positivas atraen otras energías positivas hacia ti. Eres un poder energético, y todo lo que haces está cargado de energías. Tú decides como las usa. Todo lo que hay en tu vida es un reflejo o espejo de la energía que posees en ti.
Cuando te regalaron el milagro físico de la vida sobre esta tierra, lo hicieron usando la segunda energía más poderosa que existe sobre esta tierra: la sexualidad. La energía sexual femenina de tu madre y la energía sexual masculina de tu padre se atrajeron mutuamente. Y de esa atracción y unión, naciste tú. La energía sexual del óvulo de tu madre atrajo la energía sexual de uno de los espermas de tu padre, se unieron, y así empezó ese proceso milagroso que te dio origen. Eres una entidad energética milagrosa. Antes de que las energías de tus progenitores se unieran físicamente, ya tú existías en las energías de sus pensamientos. Tú existías primero en la energía del pensamiento de tus padres cuando pensaron y decidieron tener sexo poseyendo ya las capacidades de procrear y traer una nueva vida a la tierra. Eres un ser espiritual con forma física. No tienes un cuerpo físico con un espíritu, eres un espíritu que posee un cuerpo físico para poder comunicarse en esta forma física de vida que elegiste vivir en esta tierra.
Todos nosotros estamos regidos por la ley de la atracción.
La ley de la atracción o karma energética es tan real en la vida como la ley de la gravedad. Ninguna de las dos son entidades físicas y tangibles que se pueden ver, tocar, palpar y oler. Pero sabemos que ellas gobiernan todo lo que existe en el universo.
Todo lo que existe está compuesto de alguna forma de energía. Los humanos somos y estamos compuestos de materias energéticas de diferentes grados y matices. Ya hemos hablado de las tres energías más poderosas e influentes: la energía del pensamiento, la energía del sexo y la sexualidad y la energía del dinero. Todo lo que los seres humanos sentimos, pensamos, hablamos, percibimos y hacemos está compuesto de alguna forma de energía. Nuestras relaciones interpersonales están compuestas de energías, lo mismo que dormir, caminar, descansar, hablar, tener sexo, enamorarse, trabajar, pensar lo están.
Como esencialmente todo lo que hacemos y somos es alguna forma de energía, cuando nos relacionamos con alguien o algo nos estamos relacionando con su energía de manera mutua y recíproca. Y las energías similares se atraen, las diferentes se repelen.
Personas felices y con la energía de la felicidad atraen otras personas felices y con la energía de la felicidad hacia ellas. Personas infelices y miserables atraen personas con la energía de la infelicidad hacia ellas. Esta realidad la podemos observar con claridad meridiana en las formas como hacemos parejas románticas. Las personas deprimidas, pesimistas y tristes atraen parejas con esas mismas energías hacia ellas para formar parejas románticas. Las personas alegres y optimistas atraen parejas con esas energías para formar parejas románticas. Todos podemos observar las parejas felices porque los dos reflejan la energía de la felicidad. Lo mismo podemos decir de las parejas románticas infelices. Enamorarse y sentirse atraído románticamente es una energía con mucho poder. Por eso podemos ver claramente la realidad de la ley de la atracción dentro de las relaciones románticas. Lo mismo sucede con las relaciones de amistad.
No podemos evitar ni evadir la ley de la atracción en nuestras relaciones humanas. Eso sería como tratar de evadir y evitar la ley de la gravedad. Lo que sí podemos es estar consciente de ella. Particularmente tenemos que incrementar nuestra consciencia del poder y la influencia de la ley de la atracción con respecto a las siguientes actividades de nuestras vidas.
Tenemos que poseer una alta conciencia del poder de la ley de la atracción en nuestras interacciones y relaciones románticas y de amistad. ¿Estamos atrayendo hacia nosotros el tipo de personas que deseamos en nuestras relaciones románticas y de amistad? Si no es así, tenemos que dedicarnos a “limpiar” nuestras propias energías. Somos nosotros los que atraemos esas energías románticas y de amistad hacia nosotros. Por lo general, las atraemos porque necesitamos aprender algo de ellas. Nuestros compañeros románticos y de amistad son poderosos maestros para nosotros. Si llegan a nosotros, es porque tienen algunas lecciones que enseñarnos en esa fase de nuestras vidas. Tenemos que aprender las lecciones y seguir adelante. Si tenemos una alta conciencia en esta área, no nos quedaremos estancados en una relación nociva e infructuosa más allá del tiempo necesario para aprender lo que teníamos que aprender en ella.
Debemos tener una alta conciencia del poder de la ley de la atracción en relación a la energía del pensamiento. Todo lo que creamos en nuestras vidas, física y tangiblemente, primero existe en forma espiritual e intangible en nuestros pensamientos. Todo lo que pensamos de manera consistente como un hábito y creencia, se transforma en una realidad tangible y física en nuestras vidas. La energía del pensamiento es la energía creativa y creadora más poderosa que poseemos. Nuestros pensamientos no son “meros secretos mentales” que nadie más sabrá que los estamos pensando, excepto nosotros. Todos nuestros pensamientos en algún momento se hacen públicos cuando se convierten en realidades tangibles que todos podemos ver y tocar. Hasta el día de la fecundación, nosotros éramos “meros pensamientos sexuales” en las mentes de nuestros padres. Esos pensamientos sexuales se hicieron tangibles y físicos, y aquí estamos nosotros hoy hechos entidades físicas y tangibles. Y mucho antes de eso, éramos parte de la historia de la divinidad.
Tenemos que poseer una alta conciencia del poder de la ley de la atracción con respecto a nuestra energía del sexo y la sexualidad. Sin esta alta conciencia, podemos manifestar esta poderosa energía de manera animal, instintiva, irracional y sin el sentido y contenido espiritual que ella posee en sí misma. Nuestra energía sexual posee componentes de curiosidad, novedad, placer y de crear nuevas vidas. Tenemos que desarrollar una alta conciencia de cada uno de estos componentes de la energía sexual. Solo así podemos manifestar y disfrutar de esta energía con balance, armonía y sincronía con la ley de la atracción que rige el universo del cual somos partes esenciales.
Tenemos que poseer una alta conciencia de la ley de la atracción en relación a la energía del dinero. Ya tratamos este tema en este libro, pero no podremos sobre enfatizar nunca la importancia e influencia de esta energía en nuestras vidas. Solamente podemos atraer hacia nosotros personas con una alta dosis de la energía del dinero, si nosotros poseemos una alta dosis de la energía del dinero. Las energías similares se atraen mutuamente, las energías diferentes se repelen mutuamente. La energía del dinero manifiesta esta realidad polar más que ninguna otra forma de energía. Tenemos que crear y mantener con nosotros mucha energía del dinero, para seguir atrayendo hacia nosotros más energía del dinero.
Eres una entidad energética que contiene y manifiesta esencial e intrínsecamente todas las formas de energía. Tienes que desarrollar una alta conciencia de que esta es tu realidad humana y la de todos los seres con los que actúas sobre la tierra.
Practica en tu vida diaria una alta conciencia de la ley de la atracción: energías similares se atraen, energías diferentes se repelen. Esta conciencia te ayuda a entender tus propios niveles de energías al observar las diversas y diferentes energías que atraes. Tú atraes las mismas energías que eres y posees. Tus relaciones con otras personas son tu espejo.
*Lea este libro en www.amazon.com, Barnes & Noble, Kobo, en todo el mundo.
http://www.amazon.com/terreno-pensami...
*O en la página del autor aquí:
http://www.hectorwilliamszorrilla.com
**Ve el video libro aquí:
http://t.co/EgbPFZhJHU
El árbol de tu vida
Por Héctor Williams Zorrilla
(Un regalo para los lectores tomado de su último libro que acaba de ser publicado “El árbol de tu vida: tu mente es el terreno, tus pensamientos son las semillas”. __________________________________________
Capítulo XII
¡Practica en tu vida la ley de la atracción: energías similares se atraen, energías desiguales se repelen!
Primero tienes que ser lo que deseas atraer en tu vida. Las energías que atraes hacia ti son las mismas que posees. Si quieres atraer amor, tienes que vivir en amor. Tus energías positivas atraen otras energías positivas hacia ti. Eres un poder energético, y todo lo que haces está cargado de energías. Tú decides como las usa. Todo lo que hay en tu vida es un reflejo o espejo de la energía que posees en ti.
Cuando te regalaron el milagro físico de la vida sobre esta tierra, lo hicieron usando la segunda energía más poderosa que existe sobre esta tierra: la sexualidad. La energía sexual femenina de tu madre y la energía sexual masculina de tu padre se atrajeron mutuamente. Y de esa atracción y unión, naciste tú. La energía sexual del óvulo de tu madre atrajo la energía sexual de uno de los espermas de tu padre, se unieron, y así empezó ese proceso milagroso que te dio origen. Eres una entidad energética milagrosa. Antes de que las energías de tus progenitores se unieran físicamente, ya tú existías en las energías de sus pensamientos. Tú existías primero en la energía del pensamiento de tus padres cuando pensaron y decidieron tener sexo poseyendo ya las capacidades de procrear y traer una nueva vida a la tierra. Eres un ser espiritual con forma física. No tienes un cuerpo físico con un espíritu, eres un espíritu que posee un cuerpo físico para poder comunicarse en esta forma física de vida que elegiste vivir en esta tierra.
Todos nosotros estamos regidos por la ley de la atracción.
La ley de la atracción o karma energética es tan real en la vida como la ley de la gravedad. Ninguna de las dos son entidades físicas y tangibles que se pueden ver, tocar, palpar y oler. Pero sabemos que ellas gobiernan todo lo que existe en el universo.
Todo lo que existe está compuesto de alguna forma de energía. Los humanos somos y estamos compuestos de materias energéticas de diferentes grados y matices. Ya hemos hablado de las tres energías más poderosas e influentes: la energía del pensamiento, la energía del sexo y la sexualidad y la energía del dinero. Todo lo que los seres humanos sentimos, pensamos, hablamos, percibimos y hacemos está compuesto de alguna forma de energía. Nuestras relaciones interpersonales están compuestas de energías, lo mismo que dormir, caminar, descansar, hablar, tener sexo, enamorarse, trabajar, pensar lo están.
Como esencialmente todo lo que hacemos y somos es alguna forma de energía, cuando nos relacionamos con alguien o algo nos estamos relacionando con su energía de manera mutua y recíproca. Y las energías similares se atraen, las diferentes se repelen.
Personas felices y con la energía de la felicidad atraen otras personas felices y con la energía de la felicidad hacia ellas. Personas infelices y miserables atraen personas con la energía de la infelicidad hacia ellas. Esta realidad la podemos observar con claridad meridiana en las formas como hacemos parejas románticas. Las personas deprimidas, pesimistas y tristes atraen parejas con esas mismas energías hacia ellas para formar parejas románticas. Las personas alegres y optimistas atraen parejas con esas energías para formar parejas románticas. Todos podemos observar las parejas felices porque los dos reflejan la energía de la felicidad. Lo mismo podemos decir de las parejas románticas infelices. Enamorarse y sentirse atraído románticamente es una energía con mucho poder. Por eso podemos ver claramente la realidad de la ley de la atracción dentro de las relaciones románticas. Lo mismo sucede con las relaciones de amistad.
No podemos evitar ni evadir la ley de la atracción en nuestras relaciones humanas. Eso sería como tratar de evadir y evitar la ley de la gravedad. Lo que sí podemos es estar consciente de ella. Particularmente tenemos que incrementar nuestra consciencia del poder y la influencia de la ley de la atracción con respecto a las siguientes actividades de nuestras vidas.
Tenemos que poseer una alta conciencia del poder de la ley de la atracción en nuestras interacciones y relaciones románticas y de amistad. ¿Estamos atrayendo hacia nosotros el tipo de personas que deseamos en nuestras relaciones románticas y de amistad? Si no es así, tenemos que dedicarnos a “limpiar” nuestras propias energías. Somos nosotros los que atraemos esas energías románticas y de amistad hacia nosotros. Por lo general, las atraemos porque necesitamos aprender algo de ellas. Nuestros compañeros románticos y de amistad son poderosos maestros para nosotros. Si llegan a nosotros, es porque tienen algunas lecciones que enseñarnos en esa fase de nuestras vidas. Tenemos que aprender las lecciones y seguir adelante. Si tenemos una alta conciencia en esta área, no nos quedaremos estancados en una relación nociva e infructuosa más allá del tiempo necesario para aprender lo que teníamos que aprender en ella.
Debemos tener una alta conciencia del poder de la ley de la atracción en relación a la energía del pensamiento. Todo lo que creamos en nuestras vidas, física y tangiblemente, primero existe en forma espiritual e intangible en nuestros pensamientos. Todo lo que pensamos de manera consistente como un hábito y creencia, se transforma en una realidad tangible y física en nuestras vidas. La energía del pensamiento es la energía creativa y creadora más poderosa que poseemos. Nuestros pensamientos no son “meros secretos mentales” que nadie más sabrá que los estamos pensando, excepto nosotros. Todos nuestros pensamientos en algún momento se hacen públicos cuando se convierten en realidades tangibles que todos podemos ver y tocar. Hasta el día de la fecundación, nosotros éramos “meros pensamientos sexuales” en las mentes de nuestros padres. Esos pensamientos sexuales se hicieron tangibles y físicos, y aquí estamos nosotros hoy hechos entidades físicas y tangibles. Y mucho antes de eso, éramos parte de la historia de la divinidad.
Tenemos que poseer una alta conciencia del poder de la ley de la atracción con respecto a nuestra energía del sexo y la sexualidad. Sin esta alta conciencia, podemos manifestar esta poderosa energía de manera animal, instintiva, irracional y sin el sentido y contenido espiritual que ella posee en sí misma. Nuestra energía sexual posee componentes de curiosidad, novedad, placer y de crear nuevas vidas. Tenemos que desarrollar una alta conciencia de cada uno de estos componentes de la energía sexual. Solo así podemos manifestar y disfrutar de esta energía con balance, armonía y sincronía con la ley de la atracción que rige el universo del cual somos partes esenciales.
Tenemos que poseer una alta conciencia de la ley de la atracción en relación a la energía del dinero. Ya tratamos este tema en este libro, pero no podremos sobre enfatizar nunca la importancia e influencia de esta energía en nuestras vidas. Solamente podemos atraer hacia nosotros personas con una alta dosis de la energía del dinero, si nosotros poseemos una alta dosis de la energía del dinero. Las energías similares se atraen mutuamente, las energías diferentes se repelen mutuamente. La energía del dinero manifiesta esta realidad polar más que ninguna otra forma de energía. Tenemos que crear y mantener con nosotros mucha energía del dinero, para seguir atrayendo hacia nosotros más energía del dinero.
Eres una entidad energética que contiene y manifiesta esencial e intrínsecamente todas las formas de energía. Tienes que desarrollar una alta conciencia de que esta es tu realidad humana y la de todos los seres con los que actúas sobre la tierra.
Practica en tu vida diaria una alta conciencia de la ley de la atracción: energías similares se atraen, energías diferentes se repelen. Esta conciencia te ayuda a entender tus propios niveles de energías al observar las diversas y diferentes energías que atraes. Tú atraes las mismas energías que eres y posees. Tus relaciones con otras personas son tu espejo.
*Lea este libro en www.amazon.com, Barnes & Noble, Kobo, en todo el mundo.
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*O en la página del autor aquí:
http://www.hectorwilliamszorrilla.com
**Ve el video libro aquí:
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El árbol de tu vida
Published on August 04, 2013 16:11
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