Nacido en Edimburgo en 1850, hijo y nieto de constructores de faros en las sombrías costas de Escocia, Robert Louis Stevenson, decidió explorar los mares, no verlos desde la barrera. Tuvo además que luchar contra la gran enfermedad romántica, la tuberculosis, y pese a las consabidas terapias de sus médicos, que le prevenían contra una muerte temprana, como así le vino a suceder en Samoa, en 1894, apenas cumplidos los 44 años, respondió: “Todos los hombres mueren jóvenes”.
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Published on May 31, 2013 09:12