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Adris, queridísima e insigne florense, rompe la red.


Afuera de mi casa, toda Costa Rica nos odiaba y lloraba con ese llanto insufrible y típico de los ticos cuando “es que pobrecito”. “Pobrecito Chema Figueres, que no come tamal en navidad”. “Pobrecito el Padre Mainor metido en la cárcel, si él es un santo”. Pobrecito el diablo, Costa Rica: pobrecitos todos los que fueron con Cartago por lástima.

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