Una reseña muy especial

Juan Manuel Sainz Peña, multipremiado escritor, me ha hecho llegar una reseña que publicará en breve en El Independiente de Cádiz sobre mi novela Medievalario. Y me hace mucha ilusión compartirla con vosotros (previa petición de permiso, por supuesto) por dos motivos. Primero y más obvio, porque mi novela sale muy bien parada... y a quién le amarga un dulce. Segundo, y no menos importante, porque el hecho de que Juan Manuel sea también escritor le da un valor especial a sus apreciaciones. Porque, para qué engañarnos, en este país eso de elogiar a un colega nunca fue deporte nacional, como si pensáramos que hablar bien del compañero va en detrimento de nuestro propio trabajo. Si esto ocurre en cualquier ámbito, ni os cuento entre escritores. Y la cosa viene de lejos, que ahí están para demostrarlo las puñaladas (en forma de poemas, eso sí, que queda mucho más fino) que se lanzaban, por ejemplo, Góngora y Quevedo, que en mala hora iba este último a cerrar la boca si le entrabas por el mal ojo: "Yo te untaré mis obras con tocino, / porque no me las muerdas, Gongorilla / perro de los ingenios de Castilla, / docto en pullas, cual mozo de camino. / Apenas hombre, sacerdote indigno". O entre Lope de Vega y Cervantes, que el primero no llevaba nada bien la fama de don Miguel, hasta el punto de dedicarle (en forma de poema, una vez más) el peor vaticinio de la historia de la literatura: "Y ese don Quijote baladí, /de culo en culo por el mundo va, / vendiendo especias y azafrán romí / y al fin en muladares parará". Menuda visión de futuro... Y es que a la hora de criticar y poner a parir, todos somos muy rápidos. Pero en el arte del elogio sincero y desinteresado andamos mucho más parcos. Por eso, decía, me hace especial ilusión esta reseña de Juan Manuel Sainz Peña, colega escritor y además una de esas personas con las que, a poco que hables, ya te parece que la conoces de toda la vida, pese a que solo nos conocemos, y desde hace poco, virtualmente. Os dejo con la reseña que saldrá en esta semana en El Independiente de Cádiz. Gracias, Juan Manuel, porque sé bien que son palabras sinceras...Fran Zabaleta: guante blancoEl proceloso mar de la literatura zarandea siempre al lector, mareándolo también, entre novedades, autores, súper ventas y pseudo escritores televisivos. Quizá por eso, determinados hallazgos literarios, tesoros ocultos entre la vorágine de libros que van y vienen (demasiado deprisa) de los escaparates al ostracismo, se disfrutan y se celebran con especial deleite. Es el caso de Medievalario, una trilogía (también se puede comprar en un solo volumen) de aventuras con trasfondo histórico, escrita magistralmente por el vigués Fran Zabaleta, autor también de La cruz de ceniza, un retrato exhaustivo y crítico sobre la reforma luterana, los anabaptistas y las consecuencias que, tarde o temprano, tiene la religión cuando sus ideas se imponen a la fuerza. Zabaleta posee en su literatura de guante blanco el poder de la narrativa selecta, de la descripción precisa que nos conduce a esa época extremadamente dura del Medioevo. Y lo hace usando el arsenal de conocimiento de que dispone, con un vocabulario exquisito y con un manejo de las escenas y los diálogos que solo pueden manejar los tocados con la varita de la genialidad. Fran Zabaleta nos muestra los bosques de su Galicia amada, pero, en feroz contraste, nos pinta el panorama desolador de la lucha (y la diferencia) de clases, todo conducido de tal forma que uno ve y disfruta de cada página con la certeza absoluta de que cuanto narra su Medievalario, incluida la parte fabulada, ocurrió realmente, y que el gallego fue testigo en primera persona de todos los acontecimientos.Dice Emilio Bueso que hoy por hoy es difícil dar con un buen libro. Y está en lo cierto, por eso cuando se encuentran estas historias y estos autores, uno ha de sentirse doblemente satisfecho: por la lectura en sí, y porque todavía, aunque rara avis, puede uno toparse con historias maravillosas, con tiempos remotos que solo la pluma de los maestros y los elegidos (y Fran Zabaleta lo es) pueden acercarnos.   Lo dicho: mil gracias, Juan Manuel.
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Published on May 05, 2013 10:21
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