La Tormenta

Abro mis ojos. Miro el techo fijamente. No puedo dormir. Escucho los aullidos del viento. Escucho el silbido que produce el viento cuando intenta filtrarse a través de una grieta entre el cristal y el marco.

Cierro mis ojos. El viento me transporta a miles de kilómetros hasta el norte y a décadas atrás en el tiempo. Desde mi piso en Barcelona, a través del Océano Atlántico y hasta una granja en la costa este de Islandia. Me siento en la cama y miro fijamente a través la ventana. No veo nada al...