En 1986 hice por primera y única vez la peregrinación conocida como El Camino de Santiago. Habíamos acabado de subir una pequeña cuesta cuando mi guía, a quien llamaré Petrus (aun cuando no es ese su nombre), me dijo:
– El hombre nunca puede parar de soñar; el sueño es el alimento del alma, como la comida es el alimento del cuerpo. Muchas veces en nuestra existencia vemos nuestros sueños deshechos y nuestros deseos frustrados, pero es preciso continuar soñando, si no nuestra alma muere. ...
Published on January 02, 2010 15:43