por Paulo Coelho
Un hombre muy rico pidió a un maestro zen un texto que le hiciese siempre recordar lo feliz que era con su familia.
El maestro zen tomó un pergamino y con una linda caligrafía escribió:
"El padre muere. El hijo muere. El nieto muere"
– ¡Cómo! – dijo furioso el hombre rico – ¡Yo le pedí algo que me inspirase, una enseñanza que fuera siempre contemplada con respeto por mis próximas generaciones, y usted me da algo tan depresivo y deprimente como estas palabras!
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Published on December 10, 2009 01:28