Quijotes

Hay personajes de la segunda parte del Quijote que no salen en el libro. Estoy pensando en uno en particular. Uno que, como Sansón Carrasco, se había graduado de bachiller, aunque no se sabe de dónde; los archivos sólo mencionan que no fue de Salamanca. Tampoco era socarrón. Cuando decidió salir al mundo, en busca del protagonista del libro que acababa de terminar, lo hizo sin ánimo de diversión ni de aventura, sin saber por qué. Nunca había viajado solo, y la primera noche al aire libre no durmió, sino que miró las estrellas. En una venta en algún lugar de la Mancha le dijeron que ya eran días que el loco se había ido. En Sierra Morena no encontró nada. En las tierras de un duque aficionado al teatro, un labrador le contó que unas semanas atrás le había tocado convertirse en encantador, conducir por el bosque un carro tirado por dos bueyes con cirios en los cuernos, y soltar una parrafada aprendida de memoria. Luego, mientras se alejaba, había visto al loco hacerle una venia desencajada, y le había tocado morderse la lengua para no soltar la risa. Frente a la tumba, cuya lápida no decía nada de las aventuras de su dueño, esperó un instante. Luego vagó otro mes, y al fin volvió a casa.


Tal vez Cervantes no lo incluyó porque es un personaje insignificante, o porque en los archivos no aparece su nombre, o por otra razón mejor. O no le alcanzó el tiempo. Pero me digo que en últimas no importa. Ahí están los archivos, donde constan estas y tantas otras cosas que no salen en el libro.

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Published on March 26, 2012 17:28
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