PROFUNDIZANDO EN EL ALEPH
Hacía tiempo que quería releer el cuento del Aleph de Borges y quería ahondar en todas sus posibles interpretaciones.
El Aleph es la primera letra del alfabeto protocananeo, del hebreo, del persa y del arábigo. En el hebreo todas las letras tienen a su vez un valor numérico. El Aleph es el uno primordial que contiene todos los números, todas las letras y es, asimismo, un símbolo de la tradición esotérica de la Kábala hebráica que incluye el misterio de la creación, de la divinidad, de Yaveh, un misterio inalcanzable para la mente humana, según los creyentes, una tradición patriarcal heredada por el cristianismo y el islamismo…
El autor argentino se inspira para escribir el Aleph en todas estas tradiciones patriarcales, pero también en varios relato s, el primero escrito por H. G. Well publicado originalmente en The New Review en 1897 titulado “The crystal egg” (El huevo de cristal). Otros re l ato s en los que se inspiró fueron “La lámpara de Alhazred” escrito por H.P. Lovecraft, y “Los perros de Tíndalos” escrito por Frank Belknap Long, colaborador de H.P. Lovecraft en la creación de los mitos de Cthulhu, publicado en la revista “Weird Tales” en 1929.
Se ha relacionado también el descenso de Borges al sótano de la casa de Buenos Aires donde se encuentra el Aleph con el descenso a la caverna del mito platónico y con el descenso a los infiernos de Dante.
Yo encuentro fascinante todo este rastreo de las posibles fuentes de inspiración de un autor, tan fascinante como la misma trama del Aleph, en apariencia tan sencilla y lineal, contextualizada en un ambiente urbano tan anodinamente cotidiano para Borges, en el que se engarzan sus recuerdos más personales, sus rivalidades amorosas y literarias con una idea tan lúcida como aparentemente fantasiosa, como es la posible existencia de una esfera descrit a como un objeto de piedra, como un punto que contiene todos los puntos del universo. Una especie de espacio cósmico infinito en el que puede verse reflejado a modo de espejo toda la realidad.
La interpretación m ás i nteresante es la que se realiza desde el existencialismo, basada en la idea de la incapacidad de los humanos de entender toda la complejidad de la realidad, del infinito, del origen de todo, de lo divino. Una interpretación, al fin y al cabo, heredera también de la tradición patriarcal, interesada en preservar la idea de que ante la imposibilidad de entender, solo es posible creer. Y sin embargo, Borges duda, se plantea la falsedad de ese Aleph que ha vist o, duda de la memoria de lo que ha visto como se plantea la duda de que sea posible superar los marcos temporales de la narratividad tradicional, de diferenciar lo simultáneo de lo sucesivo, de que sean suficientes las palabras para describir lo que realmente ha visto , para entenderlo todo, viviendo la experiencia entre el tormento y la iluminació n, dominado por el deseo de entender al fin y al cabo…
Autor: Maite Mateos


