A mí una vez me robaron todas las sillas de casa. Abrí los ojos y no estaban. Al mirar alrededor vi que no solo se habían llevado las sillas. Se llevaron también la mesa, aquella en la que solía escribir cuando estaba harto de todo, el sofá, el piano. Ya nunca volverían a sonar sus notas en las tardes melancólicas. Se llevaron la ducha, en la que cada noche me desinfectaba de la podredumbre de este mundo, el sillón, los cuadros. Y con ellos la única parte de belleza que me quedaba. Se llevaron ...
Published on April 25, 2021 08:15