El final de la edad del bronce en el Mediterráneo

Bienvenidos a una nueva entrada de mi blog. ¿Recordáis que hablamos en su día sobre las invasiones de los Pueblos del Mar? ¿Y que eso ocasionó El final de la edad del bronce en el Mediterráneo?

Este es sin duda un tema que genera a día de hoy cierta controversia. Y es que no hemos dejado de cuestionarnos cuál fue excatamente el papel que jugaron. Surjen duda sobre la desaparición de las grandes civilizaciones que habitaron el Mediterráneo y la zona del próximo Oriente por esas fechas. En aras de esi, he decidido profundizar un poco más en este complejo tema y vengo a hablaros sobre ese período oscuro. Lo quiero hacer desde un punto de vista muy teórico, es decir, haciendo hincapié en todas las hipótesis planteadas hasta el momento.

Dudas sobre el final

Evidentemente siempre nos encontramos con muchas dudas acerca del colapso final de imperios como el hitita, o culturas tan preponderantes como la micénica. ¿Qué fue de ellos? ¿Desaparecieron sin más de la noche a la mañana engullidos por esa marea de pueblos migratorios? ¿Fue más bien un proceso de asimilación gradual? ¿Influyeron otras causas en todo ello?

Responder a esas preguntas es más complicado de lo que parece, sobre todo con los pocos vestigios arqueológicos de los que disponemos. Es por ello que siempre quedarán dudas sobre si la teoría es cierta o no. Prefiero partir de esa base para dejar claro al lector que no pretendo decir que poseo la certeza de lo que os voy a explicar.

Relieve del templo de Medinet Habu, Tebas, en el que se representa la batalla del Delta del Nilo entre los Pueblos del Mar y Ramsés III

Para entender lo debemos situarnos en torno al año 1200 a. C.  Fue entonces cuando se comenzaron a observar los primeros signos de cambio. Aparecieron en el horizonte aquellos Pueblos del Mar de los que ya os hablé en su día en la entrada que compartí titulada: ¿Quiénes eran los Pueblos del Mar? Como recordaréis os dije que no eran más que grandes grupos migratorios movidos por una serie de necesidades.

Cambios sustanciales y rápidos

A partir de entonces, los imperios y las culturas comenzaron su declive. Un declive relativamente rápido, en el que su próspero mundo sufrió un ataque devastador. A modo de ejemplo, sus redes comerciales y a su vez las diplomáticas, se vieron ampliamente afectadas. Las relaciones entre imperios así lo demuestran. Por ejemplo, Egipto perdió el contacto con los hititas, y también con la zona de Grecia y sus islas.

Para entender un poco más este cambio, os daré un dato. A partir de ese 1200 a. C., el imperio hitita se vio afectado por una serie de ataques a gran escala que acabaron con muchas de sus ciudades. La propia capital, Hasttusas mostró en las excavaciones una capa estratigráfica correspondiente a esa datación. Y lo más impactante es que se observaron unos niveles de destrucción sorprendentes. Ceniza, madera carbonizada, y hasta restos de ladrillo fundidos, fueron la prueba de la violencia extrema que sufrió la ciudad.

Pero no fueron los únicos como ya os he comentado. En la isla de Chipre, por ejemplo, también se encontré algo parecido, sobretoso en los núcleos más importantes. Pero no sólo asistimos a una destrucción violenta, sino que aparecería otro fenómeno que indicaría lo convulso de los tiempos: el abandono de los centros de población. Y es que llegó un momento en el que la población dejó de sentirse segura en las ciudades. Buscaron zonas que les garantizaran tranquilidad. Asistimos pues a un fenómeno de despoblamiento urbano y un retorno al poblamiento rural y diseminado.

Fenomeno extendido geográficamente

La antigua Siria tampoco se libraría de esos ataques, y núcleos tan relevantes como la ciudad de Ugarit, uno de los enclaves comerciales más importantes del próximo Oriente, fue visitado por estos pueblos. La destrucción que sufrió fue tal, que jamás fue reconstruida.

Lo más probable es que todas las potencias tuvieran sus propias dificultades, así que la colaboración entre ellas era inviable. Suficientes problemas debía tener el imperio hitita como para ayudar a la ciudad de Ugarit o a otras potencias de alrededor.

Asistimos pues a un fenómeno global, aunque siendo sincero, dudo mucho que los diferentes pueblos invasores se movieran en unidad. Se trataba más bien de un movimiento espontáneo y no organizado. Cada uno de ellos buscaba su propio beneficio sin pensar en los demás.

Eso no significa que no colaboraran en momentos puntuales. Es decir, existen registros, sobre todo en Egipto. Y si lo hicieron fue por necesaidad de enfrentarse a un enemigo potente. De hecho los egipcios serían los únicos que lograron resistir el embite. En sus registros nos conta que esos pueblos que les atacaron eran varios y no uno solo. Vamos, podría hablarse de una coalición en toda regla.

El ejemplo de resistencia: Egipto

Y ya que sale a colación el Imperio egipcio, hablemos un poco de él. Por aquel entonces estaba gobernado por la dinastía XIX, y los registros ya nos hablan de enfrentamientos del faraón Merenptah con esos invasores. Lo mismo le sucedió a Ramsés III, varios años después, y ya en plena dinastía XX.

Relieve del templo del santuario del Khonsu que representa al faraón Ramsès III

Pero pese a esas duras y largas guerras que tuvieron que librar contra ellos, los egipcios lograron resistir. Es gracias a los registros hallados en el país del Nilo, que conocemos algo más sobre los Pueblos del Mar. Fueron los egipcios quienes les pusieron ese nombre. Y lo hicieron simplemente por su procedencia: más allá del mar.

Egipto sobrevivió a esos temibles invasores, aunque no sin sufrimiento. Y es que a partir de aquel instante entraría en un período de crisis. Poco a poco entró en decadencia y dejó de ser tan grande como lo había sido antaño.

¿Y qué pasaba en Grecia?

Hablemos ahora de esa Grecia micénica que también ha salido en varias ocasones en el blog. ¿Qué fue lo que sucedió allí? ¿Qué les pasó a aquellos palacios que controlaban grandes territorios? Pues algo similar al resto de lugares. Los incendios y la destrucción acabaron con ellos y con su dominio. Centros de poder como Yolco, Tebas, o la propia Micenas fueron arrasados.

Y ya que hablamos de Micenas, le dedicaré unas líneas, sobretodo debido a su importancia arqueológica. Y es que es curioso, porque las evidencias nos demuestran que inicialmente la ciudad intramuros resistió. Aunque con el tiempo, los insistentes atacantes, penetraron en el palacio y arrasaron con todo a su paso. La puerta de los leones y el esplendor de aquella ciudad quedó en el olvido de los tiempos, como otros tantos lugares. Centros como Tirinto, Esparta o la Pilos del rey Néstor también sufrieron un fatal destino.

La arqueología ha destapado la existencia de cerca de quinientos yacimientos pertenecientes a ese período. Y la misma disciplina nos ha demostrado que más de la mitad de ellos desaparecieron en ese preciso instante. Hay investigadores que han teorizado aún con más exactitud. Estos se han aventurado a afirmar que, en menos de cien años, la población disminuyó hasta un diez por ciento. Es decir, en el período que va del 1200 al 1100 a. C.

¿Pero que es lo que pudo ocurrir?

Pasaré ahora a la siguiente cuestión que os vendrá a la mente: ¿Qué ocurrió después de aquella catástrofe en Grecia? Oscuridad… Esa es la palabra que define esa transición de siglos hasta llegar al VIII a. C. Podría decirse que se produjo un retraso en todo respecto al esplendor que había aportado el mundo micénico.

Pero antes de la oscuridad, habría sucedido algo, ¿no creeis? Hablaré ahora un poco de las teorías que han surgido en el mundo de la investigación relacionadas con las causas de ese repentino final. Este es un punto interesante, ya que como veréis hay muchas y muy variadas.

Causas naturales: teoría de los terremotos

Una de ellas, defendida por algunos investigadores, apunta a una situación de injerencia de la propia naturaleza. Unos abogan por el hecho de que tuvieron lugar varios terribles terremotos que asolaron todas las regiones anteriormente nombradas. Estos arrasaron con casi todo, haciendo que el modelo social, político y económico de finales de la Edad del Bronce cambiara.

Esta teoría es discutida por otros investigadores, ya que plantean la duda de que un terremoto, por muy terrible que sea, es imposible que acabara con una civilización al completo. Además, es poco probable que se produjera una oleada de terremotos de gran magnitud en zonas tan alejadas unas de las otras.

Acceso a la tumba real de Micenas llamada el Tesoro de Atreo

Como veis esta teoría cojea un poco, y es que muchos de los edificios importantes del momento se mantuvieron en pie. Las tumbas de la propia Micenas dan fe de ello, ya que se conservaron casi intactas. Otra evidencia más que cuestiona la hipótesis de los terremotos devastadores.

¿Una gran sequía?

Pasemos a otra de las teorías que quizás sea un poco más verosímil: la de la sequía. Podría haberse dado sin duda en amplias regiones. Evidentemente sin agua, no se puede producir cereal. Y sin cereal la gente no se puede alimentar y el ganado tampoco.

Eso nos lleva al siguiente paso: las hambrunas. Y cuando uno tiene hambre, ¿qué es lo primero que hace? Pues buscar a quien tiene reservas de alimentos para tratar de arrebatárselo. Vamos es el más puro instinto de supervivencia. Eso pudo haber provocado que los que no tenían nada optaran por atacar los palacios. Sabían que allí era donde se guardaban las reservas, ya que eran los grandes centros de poder. Y cuando digo poder, me refiero al político, social, económico y comercial.

El pueblo hambriento asaltó a sus dirigentes para poder comer. O sea que no fueron los malvados y crueles Pueblos del Mar, sino los propios habitantes de esas ciudades los que quemaron y arrasaron los palacios. Y quien dice palacios micénicos, dice también las ciudades hititas o la propia Ugarit.

Esta teoría va más allá. y es que aboga por que esa gente hambrienta, una vez arrasados los palacios en Grecia o incluso simultáneamente, se podrían haber organizado en grandes grupos. Esos se habrían buscado la vida, llegando incluso a buscar otros objetivos, como las ciudades del próximo Oriente o el mismo Egipto.

¿Eran entonces los Pueblos del Mar, simplemente gentes de la cultura micénica que no tenían qué comer? ¿Era el pueblo hambriento buscando una manera de subsistir? ¿Es posible que esto ocurriera así?

¿Meteoritos?

Siguiendo con las teorías sobre catástrofes naturales, surge otra, quizás menos creíble que las anteriores: la de los meteoritos. Existe la posibilidad de que cayeran en ese momento. Aunque es casi imposible que cayeran al mismo tiempo en lugares específicos. Así que como la de los terremotos, al menos en mi opinión, estaría totalmente descartada. No le veo lógica alguna en este contexto que estamos tratando.

Meteorito dirigiéndose hacia la TierraLa mano del hombre

Las siguientes teorías son las que apuntan al factor humano como causante de esa gran catástrofe. Ese factor humano quizás relacionado estrechamente con las de la naturaleza. Es decir, como consecuencia de esas sequías o hambruna que provocaron las migraciones. Y es que hay que tener presente que esos movimientos masivos responden a la necesidad de cubrir unas carencias para sobrevivir.

Eso nos lleva de nuevo a Egipto. ¿Recordáis que antes os he hablado del faraón Merenptah de la dinastía XIX? Él tuvo el honor de enfrentarse a la primera invasión de estos Pueblos del Mar. El enfrentamiento se produjo en el delta del Nilo allá por el año 1208 a. C. Según las posteriores crónicas, lo hizo enfrentándose al ejército de un rey libio, eso sí, ayudado por contingentes de tropas de otras procedencias.

El faraón enumeró a esos guerreros y los diferenció entre sí. Entre ellos había hombres a los que llamó ekwesh, lo que nos conduce irremediablemente al nombre de aqueos. ¿Os suenan de algo? Sí, estimados lectores, los aqueos uno de los nombres con los que se conocía a los micénicos. Entonces, ¿formaban parte los micénicos de esos Pueblos del Mar? Si nos remitimos a la teoría de las hambrunas y la necesidad de conseguir comida, todo parece indicar que sí. Al menos formaban parte de aquel ejército pluri cultural que se movía más por necesidad que por botín.

Pero no sólo había aqueos, sino que las fuentes egipcias nos hablan de los tursha, o tirrenos, procedentes de Italia. Los shekelesh, de Sicilia, o los shardana de Cerdeña. Esa lista que dejaron por escrito los escribas del faraón nos dan más pistas acerca de los misteriosos Pueblos del Mar. A la vez que arrojan algo de luz a la teoría de las catástrofes naturales.

Revisión de las teorías

Sin duda la revisión que estoy haciendo hoy sobre el tema, aclara algunos conceptos que a mi modo de ver tienen lógica y ayudan a entender ese fenómeno. Pero no son estas todas las teorías. Otros investigadores defienden que los llamados Pueblos del Mar no fueron los culpables, sino más bien las víctimas.

¿Víctimas dices? Seguro que os lo estaréis preguntando ahora. Pues sí, estos eruditos afirman que fueron desplazados de sus hogares, ubicados en Asia Menor mayormente. Y que los culpables no fueron otros que los propios micénicos. Eso les obligó a vagar sin rumbo fijo y a tenerse que buscar la vida. Así que no les quedó otra opción que buscar nuevos lugares donde establecerse. Ejercieron acrtividades como el saqueo y la piratería y fue aquí donde chocaron con los egipcios, hititas y el resto de ciudades del próximo Oriente.

¿Os parece verosímil lo que expongo? Pues no carece de sentido, y más teniendo en cuenta los ejemplos posteriores. Recordad los pueblos germanos que atacaron el limes romano. Lo hicieron sobre todo al verse empujados por otros pueblos que procedían de las estepas de Asia. Así que, salvando las distancias, podría tratarse de algo similar.

Más y más teorías

Pero si los micénicos causaron los movimientos de los Pueblos del Mar, ¿quién les eliminó a ellos de la faz de la tierra? Como veis, las dudas y los vacíos se van concadenando unos tras otros.

Bien, en este punto, algunos investigadores dicen que los que acabaron con los micénicos, o les obligaron a migrar, fueron los dorios. Un pueblo o una etnia para ser más exactos que eran también de origen heleno. Más dudas, ya que, según datos y registros arqueológicos, estos dorios no entraron en territorio micénico hasta más de un siglo después de que estos desaparecieran de la historia.

Es decir, estos dorios se quedaron con lo que un día fue de los micénicos. Simplemente se aprovecharon de lo que estos dejaron abandonado.

Conflictos internos entre los micénicos

Puestos a teorizar, vayamos con la siguiente. Esta debo decir que no me parece tan descabellada y hasta cierto punto me gusta. Según algunos otros, estos micénicos desestabilizaron con sus incursiones los territorios del próximo Oriente. Véase la guerra de Troya como una de estas, la cual cosa encajaría a la perfección.

Pintura; La procesión del caballo de Troya, de Giovanni Domenico Tiepolo , 1760

Tras ello, las diferencias entre las propias ciudades o palacios llevarían a un conflicto interno que supondría una escalada bélica entre ellas. Otro ejemplo que puede servirnos es el de las guerras entre las diferentes ciudades estado griegas de época clásica. Esta última teoría ya os digo que me ha gustado. Sería una de las más firmes candidatas a ocupar el podio.

Aunque no desesperéis que tenemos más. Según el autor americano Robert Drews, podría ser que los micénicos hubieran sido simplemente vencidos por otros griegos. Griegos procedentes de las montañas, que supieron aprovechar su ventaja numérica ante una cultura en la que sólo combatían las élites. Sencillo, aunque también factible. Mejor armamento (uso del hierro y no del bronce), y mayor número de efectivos, una ecuación perfecta.

La madre de todas las teorías. En la simpleza radica el éxito

Pero, ¿y si la cosa es más sencilla que todo lo que he explicado hasta ahora? ¿Y si se tratara de una conjunción de varias de las teorías que os he expuesto? Crisis alimentarias, descontento de la población, amenazas exteriores, algún que otro terremoto. ¿Por qué no iba a ser multifactorial?

Lo único que no encaja en todo esto es que los que vencieron, no fueran capaces de mantener las estructuras de los que estaban antes. Eso nos lleva a la teoría de que tal vez se les fue de las manos un poco. El daño ya estaba hecho y recomponer algo que estaba roto era tarea difícil. Sólo el paso del tiempo sería capaz de devolver la luz a un período de oscuridad. Y eso evidentemente requería un tiempo.

Llegados a este punto teórico, creo que ya he hecho un repaso a fondo sobre este tema. Sirva el artículo de hoy para complementar el anterior y para que os situéis mejor en el campo teórico que rodea a estos Pueblos del Mar.

Quizás no os convenza ninguna de las teorías que he explicado hasta ahora. Tal vez tengáis la vuestra propia. O simplemente ninguna de ellas sea la correcta y se trate de alguna otra que no he comentado. Eso nunca lo sabremos, así que, como siempre digo, demos rienda suelta a la imaginación. Y si se os ocurre algún otro factor que pudiera provocar el final de la edad del bronce en el Mediterráneo, no dudéis en hacérmelo saber. Estaré encantado de modificar el contenido de este artículo, siempre y cuando no me habléis de meteoritos.

Un saludo a todos y espero haber podido arrojar algo más de luz a esa crisis global que sufrieron las grandes civilizaciones de este período.

Sergio Alejo GómezAutor de las sagas literarias de Las Crónicas de Tito Valerio Nerva y Renovatio Imperii y la colección ¿Sabías que?

La entrada El final de la edad del bronce en el Mediterráneo se publicó primero en Sergio Alejo Gomez.

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Published on May 14, 2021 09:00
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