DAIMONES

Strap el Luminoso asiente ahora lleno de confianza. Observa atentamente el camino y repasa cada una de las localizaciones de los círculos laberínticos. De pronto, pasa rozándole Gubia, el Daimón de la Encantadora de Piedras, gritando la palabra ¡atención! Mientras se encarama a un árbol cercano con suma agilidad. Los Dips deben andar muy cerca. Fork y Strap observan detenidamente todo lo que les rodea y los Airones se mueven precavidamente en círculos constantes en torno a ellos, nerviosos y agitados. Pero no es un Dip cualquiera el que les acecha ahora atraído por el Daimón de la Encantadora de Piedras, sino una figura gigantesca y de aspecto fluctuante entre lobuno y ovino. Les está observando desde lo alto de una roca gigantesca.
-¡Perfecto! Esto es lo que andábamos buscando. Un buen auditorio. Porque nada nos congratula más que hallar a alguien dispuesto a escuchar y a entender que la situación que estamos viviendo es muy compleja. Y sin embargo, no tardaremos en hallar soluciones y en poner orden en todo este…
Fork y Strap se miran significativamente. Los dos han percibido claramente el brillo rojizo de los ojos del Dip al pronunciar su discurso, un bonito discurso que están dejando que dure demasiado y los está poniendo en peligro.
-¡Vacuo! – lo interrumpe Fork el Oscuro repentinamente.
-¡Vacío! – añade Strap el Luminoso.
El Dip de Necroligarka los escucha con horror al sentir que una fuerza misteriosa comienza a tirar de él, obligándolo a avanzar sobre la roca en la que se había encaramado, hasta caer repentinamente sobre una losa en el que una espiral laberíntica ha comenzado a girar vertiginosamente, en torno a él, absorbiéndolo por completo.

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Los Daimones de Endora ven entonces que otros Dips de aspecto lobuno, que habían comenzado a rodearles por todas partes, tratan de huir ahora despavoridos y Strap el Luminoso corre tras ellos seguido de Fork el Oscuro, gritando los dos:
-¡Vacío!
-¡vacuo!
-¡Vacío!
-¡Vacuo!
Los Dips de Necroligarka corren en todas direcciones, intentando defenderse con más palabras:
-Es ignominioso este…
-Es una indecencia que no…
-El estado de derecho y la democracia…
-La constitución impide…
Pero no acaban de pronunciar sus frases cuando se ven absorbidos por los círculos laberínticos más cercanos, que no paran de girar furiosamente impulsados por las palabras de los Daimones de Endora y les atraen con una fuerza gravitatoria imposible de vencer.
Finalmente, las espirales se detienen una vez perdido todo impulso, tras un silencio repentino, sin que quede ni un solo Dip de Necroligarka a la vista.
-¡Buen trabajo! – exclama Gubia, la gineta de Belisama mientras desciende al fin del árbol en el que se había encaramado-. No habéis dejado escapar ni uno solo. O eso espero. Todos deben estar ya bajo el control de la Gran Encantadora.
-Todos no. Solo los que rondan por estos territorios. Aún quedan muchos más. Pero por el momento pronto sabrán en la aldea que ya podrán ir saliendo tranquilamente de sus casas. Todo debe ir volviendo a su cauce normal, aunque aún falta muchos Dips que atrapar en las espirales laberínticas que deberían trazarse por doquier – afirma Fork el Oscuro.
-Sin olvidar las palabras adecuadas – añade Strap el Luminoso.
-De hecho, los círculos laberínticos y las palabras no son más que herramientas de canalización. Lo que cuentan no son las palabras, ni las piedras. Lo que cuenta es el sentido y la emoción que pueden ser capaces de encerrar, a menudo cambiante, transmutable…
Strap el Luminoso no acaba de entender éstas últimas afirmaciones de Fork el Oscuro.
-¿Estás diciendo que, de hecho, cualquier palabra o símbolo grabado en una piedra hubiera servido? – pregunta Strap desorientado.
-Por supuesto que no. Pero sí todo símbolo o palabra llena de contenido y sobre todo de emociones.

© Maite Mateos

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Published on March 29, 2021 05:15
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