Desarrollo democrático
Lograr mayor adhesión de la ciudadanía en los procesos electorales. Generar procesos de construcción de ciudadanía, es una de las recomendaciones al estado de Aguascalientes para que mejore su desarrollo democrático, ya que de acuerdo a un estudio la entidad bajó dos posiciones en el ranking nacional y quedó en tercer lugar en 2020.
El Índice de Desarrollo Democrático de México (IDD-MEX), analiza las fortalezas y debilidades en el desarrollo de la democracia mexicana, el documento es un esfuerzo en el que participan la Fundación Konrad Adenauer México, Poli Lat, el Instituto Nacional Electoral, la Confederación USEM y el Cepos, en el estudio se contemplan todas las entidades federativas y se evalúa su comportamiento en cuatro dimensiones: I. Democracia de los ciudadanos; II. Democracia de las Instituciones. III. Democracia Social y Humana; y IV. Democracia Económica.
La primera dimensión, que considera el respeto pleno de los derechos y libertades civiles, compromiso ciudadano y ampliación de los derechos, se divide en seis puntos: Voto de adhesión política; Derechos políticos; Libertades civiles; Condicionamiento de libertades y derechos por inseguridad; Compromiso ciudadano; y Género en el gobierno. De acuerdo al IDD-MEX, la oportunidad de Aguascalientes para mejorar su desarrollo democrático depende, al menos en la primera recomendación, de lograr interesar a la ciudadana con los procesos electorales y de involucrarla y hacerla participar en mecanismos que permitan su crecimiento, es decir, está en nosotros, no en la clase política.
Involucrar y comprometer a la ciudadanía es el reto mayor a superar por los partidos políticos en este momento en que estamos a unos meses de la elección más grande de la historia nacional, es una tarea gigantesca y con la que desde ahora se puede decir, no van a poder, porque, al menos en Aguascalientes el proceso de asignación de las candidaturas a cargos de representación no ha pasado por la militancia de cada partido y mucho menos por el ciudadano de a pie. Los partidos de todos los colores no invierten en capacitación política para la sociedad, a veces ni para formar sus cuadros, tras décadas de seguir el ejemplo del Revolucionario Institucional, los partidos se consideran a sí mismos como agencias de empleo, un intermediario entre la gente y el cargo público.
A unos meses de la elección del 2021, los partidos políticos siguen aferrados a un modelo donde anteponen el perfil ideológico del grupo antes que la defensa de causas y movimientos, insisten en colocar a candidatos que, supuestamente, representan lo que el partido piensa, cuando en la realidad deberían ser las plataformas para que la diversidad de opiniones llegara a las cámaras y se atendiera la pluralidad con una perspectiva de defensa de los derechos de todos.
Construir ciudadanía a través de los partidos implicaría un cambio radical de comportamiento de quienes dirigen esas instituciones, no como hasta ahora han hecho: si antes se iba formando a los aspirantes para representar al partido, ahora, supuestamente, se abren las puertas del partido para colgarse de la fama de un personaje, y se sigue realizando una división entre los candidatos del partido y las candidaturas ciudadanas.
De seguir este mecanismo hipócrita se mantendrá la percepción de la sociedad hacía la asignación de candidaturas, se continuará viendo como el pago de favores, la postulación interesada de cómplices y dejar una cuota para aprovecharse de aquellas figuras que tienen fama o son reconocidos, no necesariamente por su labor política.
El reto es de todos, pero ni ciudadanos ni partidos hemos podido dejar atrás décadas de usos y costumbres en las que se fingía que para alcanzar el desarrollo democrático que merecemos, bastaba con dejar la decisión en unos cuantos.
Coda. En sus conceptos básicos, el estudio indica que “La democracia es un bien social complejo, sostenido como una bandera por buena parte de nuestra sociedad, sobre el que no existen evaluaciones objetivas acerca de dónde estamos, cómo vamos en ese tránsito hacia un ideal democrático y qué podemos hacer para mejorar ese camino”, quizá es tiempo de dejar de ondear las telas y sentarse a dialogar.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX

