—La negrita esa no entra en casa —le expresó su hermana mayor. Él —blanquito, rubio, de ojos azules, un bastardo descendiente de una familia española pudiente— le importó un bledo, porque la negrita había entrado en su corazón. Décadas después, el Alzheimer hizo suya a su hermana, dictaminó en ella las memorias a recordar, las … 
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        Published on January 27, 2021 03:59