DAIMONES
CONFINAMIENTO
Strap observa a Fork con consternación. No lo ve nada claro. Y sin embargo, el mayor de los Daimones permanece aparentemente impasible, tranquilo y agradece a los Airones la información antes de despedirse y alejarse de ellos. Strap el Luminoso sigue al mayor de los Daimones en silencio. Se dirigen sin más dilación a la Torre de Endora. Todavía tienen una larga distancia que recorrer y apresuran el paso, ansiosos por llegar cuanto antes junto a la Encantadora de palabras. No les haría ninguna gracia cruzarse con un Dip por el camino todavía. Aún no se sienten preparados para enfrentarse a ellos.

Endora los ve llegar con alivio y les pone al corriente de algunos detalles más, no de todos. No tiene tiempo para entretenerse. Nerviosa quiere ponerse en marcha cuanto antes para encontrarse con Belisama, la Encantadora de Piedras.
-Ella me habló una vez de unas grandes espirales laberínticas que los antiguos gravaban en las rocas para atrapar a los espíritus malignos. Tal vez podamos usarlas para localizar e inmovilizar a los Dips – explica exaltada la Encantadora de Palabras.
-Parece una buena idea – replica Fork -, pero tú no puedes acompañarnos. Podrías ser víctima de la pandemia, o de los Dips… Debes quedarte aquí confinada. Strap y yo buscaremos a Belisama.
Endora se resiste bastante antes de resignarse a dejar partir a sus Daimones sin ella.
-Está bien. Pero los Airones irán con vosotros. Estoy segura de que ellos serán capaces de mantener a un Dip que os salga al paso a raya, mientras vosotros encontráis las palabras necesarias para neutralizarlo. Pero cuidaros bien de enfrentaros a una jauría de Dips. Salid corriendo nada más avistarlos… Y recordad. Ante todo debéis ignorar las palabras pronunciadas por un Dip de Necroligarka. Siempre son engañosas, traicioneras. Dejad que resbalen por vuestros oídos.
Continuará…
© Maite Mateos


