Todo lo que dura demasiado acaba por asfixiarte. Me gustaría decir que no dormí a causa de los nervios por la reunión del comité, pero lo cierto es que el termómetro de la habitación no había marcado una cifra por debajo de los treinta y cinco grados en toda la noche. Era fácil saberlo porque nos pasábamos las horas dando vueltas en la cama, suspirando y maldiciendo por el calor. Ya nadie cruzaba los dedos antes del parte meteorológico para que el sol apareciera como hacía la generación de mi ma...
Published on September 15, 2020 00:00