Un cuento de terror: Islandia

Todo lo que dura demasiado acaba por asfixiarte. Me gustaría decir que no dormí a causa de los nervios por la reunión del comité, pero lo cierto es que el termómetro de la habitación no había marcado una cifra por debajo de los treinta y cinco grados en toda la noche. Era fácil saberlo porque nos pasábamos las horas dando vueltas en la cama, suspirando y maldiciendo por el calor. Ya nadie cruzaba los dedos antes del parte meteorológico para que el sol apareciera como hacía la generación de mi ma...

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Published on September 15, 2020 00:00
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