Loveless, de Alice Oseman | Reseña desde una perspectiva arromántica

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¡Hola! Como os había prometido, hoy os traigo la reseña de Loveless de Alice Oseman, una de las primeras novelas mainstream con representación canónica arromántica y asexual.


Manteniendo las distancias, siempre me he sentido algo identificada a Alice Oseman. Somos del mismo año, la seguía en Tumblr antes de saber que publicaba, escribimos sobre temas parecidos y ambas nos identificamos como arrománticas. En cuanto supe que publicaría un libro con una protagonista aroace (arromántica asexual) supe que tenía que leerlo.


Como muchos los que me seguís en redes ya sabréis, soy arromántica (aunque bisexual, no asexual), y he hablado en varias ocasiones del tema.


arromanticismo: ausencia de atracción romántica


asexualidad: ausencia de atracción sexual


Tu atracción romántica y tu atracción sexual no tienen por qué ir de la mano, por lo que hay personas aroace y personas que son asexuales pero sienten atracción romántica o personas arrománticas que sienten atracción sexual hacia uno o más géneros.


¿Qué os podéis encontrar en esta reseña? Además de una crítica del libro como eso mismo, una obra literaria, una apreciación sobre la representación arromántica. ¿Se ha tratado bien el tema? ¿Se ha tratado mal? Allá vamos…


 


Sinopsis:


The fourth novel from the phenomenally talented Alice Oseman – one of the most authentic and talked-about voices in contemporary YA.


It was all sinking in. I’d never had a crush on anyone. No boys, no girls, not a single person I had ever met. What did that mean?


Georgia has never been in love, never kissed anyone, never even had a crush – but as a fanfic-obsessed romantic she’s sure she’ll find her person one day.


As she starts university with her best friends, Pip and Jason, in a whole new town far from home, Georgia’s ready to find romance, and with her outgoing roommate on her side and a place in the Shakespeare Society, her ‘teenage dream’ is in sight.


But when her romance plan wreaks havoc amongst her friends, Georgia ends up in her own comedy of errors, and she starts to question why love seems so easy for other people but not for her. With new terms thrown at her – asexual, aromantic – Georgia is more uncertain about her feelings than ever.


Is she destined to remain loveless? Or has she been looking for the wrong thing all along?


This wise, warm and witty story of identity and self-acceptance sees Alice Oseman on towering form as Georgia and her friends discover that true love isn’t limited to romance.


Voy a empezar diciendo los problemas a los que me enfrentaba desde el principio. En primer lugar, el título: Loveless o sin amor. He de admitir que el título fue lo primero que me impactó de manera negativa y esto no es algo que haya cambiado tras leer la novela. Aunque entiendo por qué se ha escogido este título, creo que sigue haciendo eco de ideas negativas sobre las personas arrománticas, como que son frías o que no tienen la capacidad de sentir ningún tipo de amor. Aunque estos son mitos que el libro desmiente, creo que el arromanticismo es todavía una identidad de la que se desconoce mucho y por lo tanto creo que aún no podemos decir que nos hayamos reapropiado de las palabras y las ideas que se utilizan para hacernos daño.


En segundo lugar, el argumento. No acaba de gustarme el hecho de que se plantee a la protagonista, Georgia, como una obsesionada del amor aunque sea arromántica. Por suerte, esta faceta no prevale tanto en el libro como podría hacer parecer en la sinopsis, pero aún así me gustaría leer una historia en el que el arromanticismo sea protagonista sin que una gran parte del argumento tuviese que ver aún con el amor romántico. Ser arromántico no está reñido con disfrutar de romcoms o leer fanfics fluff (¡Aquí tenéis a una arromántica que escribe mucha juvenil romántica!), pero me parece una pena que una de las primeras protagonistas aroace que tenemos esté obsesionada con encontrar el amor, con los ships y con ideas muy normativas de relaciones sexoafectivas.


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Dicho esto, pasemos a la lectura en sí. Lo primero que tenéis que saber es que esta es una novela YA muy típica. Con esto me refiero a que sigue una fórmula muy establecida en la YA contemporánea, lo cual no es necesariamente un problema y a mí personalmente no me molesta, pero sé que a algunos lectores es algo que les influye negativamente. Con lo que sí que tengo más problemas es con el hecho de que esta es básicamente una coming of age story. Aunque es cierto que apenas hay representación arromántica o asexual en la cultura, especialmente desde el punto de vista de un personaje protagónico, como lectora LGTB estoy cansada de las historias cuyo argumento gira únicamente en torno a nuestra identidad y a salir del armario. 


Aunque las coming of age stories tienen su utilidad, especialmente para los lectores que todavía están cuestionando su sexualidad, la mayor parte de las veces parecen estar dirigidas a gente de fuera de la comunidad para explicarles cómo son ciertas identidades o lo que se siente cuando tu identidad de género o tu orientación romántica o sexual no son heteronormativas. Esta es la sensación que tuve leyendo Loveless, al menos. Se explica MUCHÍSIMO lo que son el arromanticismo y la asexualidad, lo cual me ha fallado narrativamente (¿La primera norma de la escritura? Muestra, no cuentes. Y está ahí por un motivo) pero también en términos de representación.


Narrativamente, no solo resultaba poco natural sino que además estancaba un poco la trama. Había momentos muy explicativos en los que personajes secundarios se paraban y le decían a la protagonista “¡Hey! ¡A lo mejor eres asexual! La asexualidad es… [inserte descripción enciclopédica]”. O, más adelante, la protagonista decía cosas como “No me interesan las relaciones porque soy arromántica. El arromanticismo es… [inserte descripción enciclopédica]”. Detalles como este me sacaban muchísimo de la lectura.


Otro punto que no me acabó de convencer fueron los constantes monólogos interiores de Georgia. Puesto que la novela trata básicamente del descubrimiento de su orientación, tenemos que tragarnos muchos monólogos interiores cuestionándose, lo que de entradas no debería ser un problema pero Georgia reproduce muchos estereotipos negativos en su autoexploración de su identidad. Sí, son estereotipos que va desmontando poco a poco, pero por eso digo que me dio la sensación de que Loveless se ha escrito más para educar a lectores de fuera de la comunidad que para ofrecer la tan ansiada representación a lectores aroace. ¿Por qué digo esto? Porque muchos de estos monólogos interiores llegaron a parecerme de una acefobia y arofobia internalizadas bastante importantes. A mí personalmente no es algo que me afecte, pero sé que para otras personas asexuales o arrománticas podría ser un problema porque Georgia constantemente piensa cosas como que “va a acabar sola”, que es “incapaz de amar”, que es “rarita”, que la gente piensa que es un “bicho raro”, que está “rota”. ¿Son cosas que la novela desmiente luego? Sí. ¿Me parece que se podía haber tratado el tema con más elegancia? Desde luego.


Finalmente, el otro detalle que no me dejó de convencer fue una escena casi terminando el libro en el que un personaje muy secundario (literalmente solo sale en esa escena) que también es aroace sufre bastante acefobia y arofobia por parte de su familia. Nuevamente se reprodujeron conversaciones y ataques verbales que demonizan mucho a la comunidad e incluso se habló de mandar a terapia al personaje en cuestión debido a su negativa a formar una relación heteronormativa. Aunque quiero recalcar que todas estas conductas se denuncian en la novela, esta es otra de las cosas que me hace pensar que Loveless está más pensada para una audiencia que quiere educarse sobre la asexualidad y el arromanticismo más que sobre una audiencia aroace en busca de representación. A mí personalmente me resultó una escena bastante incómoda, y narrativamente me cojeó bastante que introdujesen a un personaje al que no habían mencionado con anterioridad solo para mostrar una escena de acefobia y arofobia que sobraba (y para que Georgia le explicase qué es la asexualidad y el arromanticismo, nuevamente, de una manera muy poco natural).


 


A pesar de estos detalles, y aunque como representación esta novela se me ha quedado bastante corta, como historia en sí no me ha disgustado. Aprecié muchísimo que hubiese más de un personaje arromántico y más de un personaje asexual y que Georgia no se convirtiese en un token aroace friend. Me gustó mucho también que se mostrase que se puede ser asexual pero no arromántico (mediante el personaje de Sunil) y arromántico pero no asexual (mediante el personaje de Jess), y el mensaje central de que las amistades son tan importantes como las relaciones románticas me parece muy necesario. 


Como es habitual en las novelas de Alice Oseman, los personajes están muy bien construidos: tienen profundidad, evolucionan a lo largo de la novela y cuentan con personalidades inolvidables. También quiero añadir que me gusta mucho que Alice introduzca personajes de muchas de las letras de la comunidad; en Loveless hay personajes arrománticos, asexuales, bisexuales, gays, no binarios y lesbianas.


He de admitir que, de todos, Georgia es la que menos me convenció, porque en general estoy un poco cansada de los protagonistas sosainas de juvenil que se supone que son sosainas para que puedas simpatizar más con ellos. A lo mejor estoy sola en este barco, ¡pero basta! Quiero protagonistas que tengan sangre en las venas y que HAGAN cosas en vez de esperar a que les pasen cosas a ellos.


Pip, la mejor amiga de Georgia, me ponía un poco nerviosa, pero en cambio adoré a Jason, el otro mejor amigo de Georgia, que me pareció de lo más adorable que puedes echarte a la cara, y Sunil, que me pareció el más cabal de toda la obra. Pero sobre todo me encantó el personaje de Rooney, la compañera de habitación de Georgia. Rooney es un personaje mucho más profundo de lo que parece a primera vista y uno de los personajes que más evolucionan a lo largo de la trama. Tiene mucha historia por detrás y me gustó mucho que Alice arrojase luz acerca de utilizar el sexo casual de una manera potencialmente dañina y que presentase a un personaje femenino muy sexualmente activo sin demonizarlo. 


Los diálogos están muy bien logrados. Quitando las instancias en las que se explican la asexualidad y el arromanticismo (que, como he dicho, me resultaron enciclopédicas y poco naturales), los adolescentes HABLAN como adolescentes, y en particular los mensajes de texto reproducen muy bien el internetspeak. 


Pero, sin duda, lo que más me gusta de Alice es la manera que tiene de hablar de las cosas pequeñas de la condición humana. Es muy fácil sentirse identificado con los personajes de Alice y sentir que sus historias resuenan contigo de una manera especial porque creo que su punto fuerte como escritora es reconocer esas cosas que nos hacen ser humanos y sentirnos de Una Manera Particular y meterlas en sus novelas.


Al final, aunque la representación aroace se me quedó un poco floja y aunque me dio la sensación de que habría que darle otra vuelta de tuerca a esta novela, le doy tres estrellas de cinco a Loveless. No es la mejor juvenil que he leído últimamente y sigo esperando un personaje aroace con más naturalidad que Georgia, pero sí me parece una novela entretenida y muy accesible con unos personajes increíblemente bien trabajados.

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Published on July 22, 2020 05:33
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