¿Bloqueo lector?

Me encuentro mucho con el término «bloqueo lector» desde hace unos años. La verdad es que entiendo a las personas que lo usan, aunque para mí tiene un significado muy diferente al que ellas le dan. Si llevan una semana o un mes sin leer/sin querer apetecerles leer/sin apasionarse por lo que leen: bloqueo lector.
No, para mí un bloqueo lector es mucho más que dejar aparcada durante un tiempo mi afición a la lectura o no disfrutar como antes de leer.
Si buscamos el significado de bloqueo en Internet encontraremos los bloqueos militares, los bloqueos en deportes... todos ellos tienen algo en común: evitar, a propósito, que algo llegue a su destino. Por ejemplo: que los suministros lleguen a una ciudad en concreto o evitar que un balón llegue a la canasta.
Partiendo de ahí, para mí un bloqueo lector es que la lectura me produzca rechazo, que no disfrute contemplando los libros de mis estanterías, que rehúse de ellos, que los evite a propósito... Y no, jamás he llegado hasta ese extremo.
En estos momentos me encuentro en un parón lector. Hace semanas que no leo, que cojo un libro y a los diez minutos lo suelto porque no me engancha, no disfruto leyendo, la historia no me atrapa, no conecto con los personajes... Pero sigo admirando los libros de mi habitación, echándole miraditas a mis libros favoritos. Sigo comprando o añadiendo libros nuevos a mi wishlist. Continúo hablando de libros por las redes sociales y con mis amigos. Sigo consumiendo bookstagram y booktube. ¡Sigo rodeándome de libros y buscando más!
Sí, mi ritmo de lectura se ha visto ralentizado. Puede que se haya parado en seco. Pero solo se ha detenido, no ha sido bloqueado.
¿Qué pretendo decir con todo esto?
Simplemente quiero reivindicar el uso de la expresión parón lector frente a bloqueo lector. Porque no aparto la lectura de mí, sencillamente no tenemos una conexión tan fuerte y constante como de costumbre, pero sigue estando ahí, porque un vínculo tan fuerte no se puede bloquear. Nada ni nadie, por el momento, puede impedir que la literatura me llegue al alma. No me entrará por los ojos en estos momentos, pero no le hace falta: la llevo siempre dentro de mí.