Fifís

En medio de mi regreso a las odiosas "redes sociales" encuentro decenas de publicaciones que hablan de una marcha que pide la renuncia de AMLO. Algunos argumentan que su mandato ha fracasado por falta de apoyo a los micro y medianos empresarios, aunque lo más curioso es que entre mis conocidos que decantan su odio hacia el venerable viejito no hay ninguno que haya perdido su empresa ni se ha visto directamente perjudicado por su mandato. De hecho el único perjudicado en esta ciudad por las acciones del presidente ha sido un conocido grupo editorial que durante casi 82 años ha dictado las tendencias políticas de mi ciudad y ha tenido el poder de destruir la reputación de las personas que no comulgan con sus intereses. Aunque de cuatro años para acá, dicho conglomerado ha entrado en una notoria decadencia. Atrás quedaron las ediciones de más de 150 páginas, las plumas prestigiadas en sus editoriales y sus páginas llenas de anuncios y esquelas. Hoy difícilmente llegan a 60 páginas los domingos y los anunciantes han desaparecido. Sólo se sostenía de los embutes de los gobiernos anteriores, pero ahora, sin ellos, la situación luce desesperada, por eso se ha iniciado una campaña contra el presidente que no se veía en dicho diario desde los tiempos de Zedillo. ¿En qué terminará todo esto? No sabemos, lo que sí sabemos es que este periódico no desaparecerá; aunque la prensa electrónica ahora es el medio dominante, siempre se necesitará papel para envolver los aguacates y las figuras de los nacimientos después de diciembre.