¿Debería ser el mundo editorial más transparente?

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¡Hola! La entrada de hoy es un poco una respuesta a varias preguntas que me han mandado por Curiouscat últimamente y que tenían que ver con las ventas de los libros. En particular, si vender x número de ejemplares por libro al año era normal o “un fracaso” (una expresión que detesto). Ese x número de ejemplares que se barajaba era 1000, y lo menciono porque fueron dos personas más que me preguntaron por esa cifra en especial y no estoy muy segura de dónde la han sacado.


Contesté a ambas preguntas porque siempre intento responder a vuestras dudas sobre escritura y edición, especialmente porque me acuerdo de cuando era novel y toda la info que tenía la sacaba de escritores.org. Ahora con las redes sociales hay más información y más recursos y siempre estaré dispuesta a ayudar a otros escritores.


Sin embargo, en mi cuenta de Twitter (@andreatome_) comenté que me agobiaba un poco recibir preguntas hablando de lo que se vende en específico y de que, en general, me incomoda mucho dar detalles de cosas de ventas y de dinero y de sueldos tanto en lo que concierne a mi faceta como escritora como a lo que concierne a mi vida privada y profesional en general.


A esto me respondieron que “la información es poder” y que la industria editorial debería ser más transparente porque hay mucha desinformación y muchos noveles se sienten muy perdidos al respecto.


¿Y sabéis qué? Que estoy de acuerdo. Al 100%. Pero no creo que deba ser responsabilidad de las autoras dar cierta información, especialmente cuando son cosas tan “sensibles” y personales como las ventas… porque es algo que nos agobia mucho y es algo que podría decidir si seguimos publicando o no.


Además de escribir trabajo en una editorial en Londres. Podría hablaros durante días de ventas y de la industria aquí y de las diferencias entre el mundillo editorial británico y el español. ¿Por qué? Bueno, no son cosas que me afectan a mí directamente. Pero sobre todo porque mi información sobre Ventas viene de una fuente: Nielsen, una empresa que origina reportes de ventas y a partir de la cual puedes buscar cuánto ha vendido cada novela por año. Nielsen es un programa bastante caro (estamos hablando de miles de euros por licencia) y pagas por territorios. Debido a mi trabajo, yo solo puedo ver las ventas en Reino Unido y en Australia.


¿Qué pasa cuando me preguntáis por ventas en España? Aparte de que es algo que me afecta muy personalmente (lo que vendo podría decidir si sigo publicando, como dije, y además es algo con lo que se nos ha “atacado” a las autoras en más de una ocasión… de buenas a primeras sé que tanto a mí como a Clara Cortés nos han mandado anónimos porque supuestamente no vendíamos lo suficiente para esas valientes personas que prefirieron quedar en el anonimato). Por otro lado, no tengo acceso a los datos del territorio español en Nielsen. Esto significa que TODOS los datos de ventas en España que tengo los saco de los reportes de ventas que nos mandan las editoriales cada año (y que solo muestran los libros que hemos publicado nosotras con ellas), de artículos que he leído online (y que están disponibles públicamente para cualquiera que busque estadísticas sobre edición en España) y de oídas. Y, como he dicho, me da mucho palo hablar de ventas y de dinero y de adelantos, así que es un tema que casi nunca he tocado con mis compañeras escritoras.


Así que sí, creo que la industria editorial debería ser más transparente, pero creo que no es justo que nos hagáis ciertas preguntas a las autoras porque a fin de cuentas estamos metidas en el mismo meollo y tenemos también mucha desinformación, en especial sobre el tema “ventas”. Publicar una vez no significa que vayamos a seguir publicando siempre y que una editorial o varias editoriales hayan fichado por nosotras no significa que no nos dé mucha ansiedad la posibilidad de que nuestras novelas no funcionen, de que nuestras plataformas decaigan, de que nuestros libros no gusten… especialmente ahora que, con la pandemia de COVID—19, la industria editorial es tan sumamente incierta (personalmente a mí me avisaron hace una semana que La chica de hielo, que salía en junio, no será publicada hasta 2021 para evitar una rentré editorial muy saturada).


Así que haced preguntas. Desde luego. Pero hacedlas a los profesionales de la edición, y hoy en día con las redes hay muchos a vuestra disposición. Sin ir más lejos, el otro día Alena Pons escribió un hilo magnífico sobre cómo mandar una propuesta editorial en su Twitter. Yo siempre estaré dispuesta a hablar de temas comunes a la industria británica y la española, como el mismo tema de las propuestas editoriales, sin ir más lejos. Pero en cuanto a ventas, lamentablemente, solo tengo cifras de los mercados británico y australiano. De buenas a primeras podría decir que el mercado australiano se parece más al español en cuanto a volumen de ventas debido a su tamaño (por ejemplo, vender 7000 ejemplares de un libro en Australia se considera un EXITAZO, mientras que en Reino Unido no son precisamente buenas noticias…).


Y básicamente eso es lo que quería decir. Demandad información, sí, pero, por favor, no hagáis que la responsabilidad caiga en las autoras, no solo porque no siempre sabemos mucho más sino también porque tenéis que entender que ciertos temas son muy sensibles


No puedo hablar por las demás, pero yo soy una persona que necesita contentar a todo el mundo siempre y que tiene pavor a decepcionar a la gente. También tengo una tendencia muy tóxica al perfeccionismo y a compararme con los demás y a basar mi valor como persona en mis logros profesionales. Una tendencia que, además de tóxica, es patológica y por la cual he recibido tratamiento, y una tendencia que me está dando muchos problemas de nuevo debido a la incertidumbre de la situación actual. Que te publiquen es una apuesta que hace una editorial por ti, y por eso mismo a mí personalmente me da mucha ansiedad “decepcionar” a las editoras que han creído en mí y por eso me agobia muchísimo hablar de ventas. Por eso y porque ya tiendo a compararme con las demás, que es algo que intento evitar a toda costa porque en el pasado ha tenido un efecto bastante nefasto en mi salud mental.


Tengo que aprender día a día, y a pasitos, que mi valor no depende de lo que venda o de las veces que publique o de las reseñas que reciba o los premios que reciba. Y sé que no soy la única en esta situación.


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Published on May 13, 2020 04:37
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