Terrible y glorioso como un joven dios.


No, desde luego que no necesité que me lo dijera dos veces. Si ya con el resto de mujeres tenía un oído infalible en lo que se refería a sus síes, con Sabrae era capaz de oír hasta sus pensamientos.               Pero eso no significaba que no se lo fuera a hacer despacio.               Quizá en otras ocasiones, Sabrae lamentaba mi historial; mi...
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Published on May 11, 2020 10:42
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