[image error]Como casi todo el mundo, yo también he sufrido el síndrome del impostor y he llegado a pensar que tal vez no merecía haber llegado a donde había llegado. Lo pasé particularmente mal cuando fui nombrado Papa de Roma, después de haber robado y falsificado la documentación de un tal cardenal Brunelleschi.
Pasé las primeras semanas atenazado por el miedo, hasta que hice partícipe de mis temores a mi Secretario de Estado, el cardenal Voiello. Cardenali! -Le grité, moviendo mucho las manos-. Cómo...
Published on May 02, 2020 01:13