Ahora que llora la primavera.
Ahora que vuelve la lluvia de invierno, ahora que llora la primavera, ya no recordamos aquellos días en los que soportábamos un incomprensible calor en pleno invierno, aquellos …aquellos días, de los que apenas han transcurrido un par de semanas, en los que nuestra vida rutinaria nos impedía dedicarle un segundo a pensar.
Han pasado tantas cosas desde entonces, y nuestro planeta a dado tantas vertiginosas vueltas, que hoy sólo suplicamos salir de ésta con vida y le rogamos perdón a la madre Tierra por tanto daño ocasionado.
Con la esperanza de que esta pandemia sirva para algo más que para crear dolor y desesperanza, os comparto hoy este poema que el magnífico escritor Nel Moran publicaba hace sólo unos días, esos en los que los rayos del sol eran nuestra única preocupación, en su blog literario “Deseo indigno”:
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LLUVIA DE INVIERNO
El servicio meteorológico anuncia
buen tiempo,
sol y temperaturas primaverales.
Es invierno y no llueve,
no caen nevadas en las alturas,
los abrigos se sienten desplazados,
las bufandas van al psicoanalista,
las botas toman antidepresivos,
los osos invernan en Torremolinos,
y nosotros desfilamos felices
por la pasarela de la muerte,
de la destrucción de la Tierra.
El servicio meteorológico anuncia
descerebrado buen tiempo,
donde manda el capital y no la naturaleza,
donde la vida se ha convertido
en un monstruo de neuronas secas
que devora lo racional
por el bien del inversor sin escrúpulos.
Es invierno y sólo llueve de ralo en ralo,
mientras el servicio meteorológico
se privatiza y se hace inversión
de capital riesgo.