8 trucos que te ayudarán a escribir mejor
Hoy quiero ayudarte con algunos de los trucos que me funcionan para escribir ficción y que me parecen útiles si te quieres dedicar a la escritura profesional. Espero que a tí también te sirvan, pero recuerda: cada maestrillo tiene su librillo.
[image error]
Llevar siempre encima papel y bolígrafo. Un cuaderno pequeño o una libreta, y un bolígrafo o lapicero en un lugar fijo y accesible de tu casa y de tu bolso te liberará del estrés de tener que memorizar ese texto ingenioso que se te ha ocurrido en el momento más inesperado; también te sentirás libre de la tensión que provoca creer que no podrás transcribirlo tal y como se te había ocurrido cuando ya puedas sentarte a escribir. No sé si esto te ha pasado alguna vez, pero a mí me da mucha rabia que se me ocurra algo por la noche, cuando ya llevo un rato acostada, y pensar que se me va a olvidar si no lo plasmo en el papel en ese momento.
Tener un lugar fijo, cómodo y con suficiente luz (a ser posible natural) para escribir cuando te lo propongas. Es cierto que se puede escribir en cualquier lugar y “casi” posición, pero también lo es que las ideas fluyen mejor si estás cómodamente sentado y ves bien lo que estás escribiendo.
Si es posible, escribe tu “manuscrito” a mano. Sí, has leído bien. Si eres un escritor novel y, sobre todo, como sucede en muchísimos casos, no te dedicas profesionalmente a escribir ( quiero decir que tu trabajo no está directamente relacionado con la redacción de textos o con plasmar ideas por escrito) procura escribir tu relato, novela o poema a mano. Está demostrado científicamente que las ideas fluyen mejor en tu cerebro cuando las escribes a mano en un papel. Puedo corroborar que esto es cierto, por lo menos, en mi caso.
Tener a mano un diccionario (también puede ser una página web como marcador/favorito en tu ordenador) para consultar definiciones de las que tengas dudas o sinónimos que necesites utilizar.
Establecer rutinas de trabajo. Tener un calendario con fechas/ días a la semana y horas que quieres dedicarte a escribir. Si quieres tomarte en serio esto de ser “escritor profesional” tómate también tu tiempo para hacerlo y no esperes a tener ganas o tiempo. Escribir es un trabajo que requiere esfuerzo y, sobre todo, mucho tiempo, si siempre estás priorizando otras tareas, te costará mucho tener terminado un manuscrito en condiciones, y te desanimarás de lo que has hecho. Poner plazos (no muy cortos) para tener listo el primer borrador también ayuda bastante.
Seguir escribiendo aunque lo que estés plasmando en ese momento no te convenza. Me ocurre a menudo que me pongo a escribir y pienso “no me gusta nada lo que estoy poniendo”, pero me obligo a seguir ¿Sabes porqué? Porque también me ha pasado muchísimas veces que al poco rato se me ocurre una frase o un párrafo que me encanta. Ten en cuenta, como ya he dicho antes, que escribir lleva mucho trabajo y mucho tiempo, por lo que no debe preocuparte demasiado el primer borrador que hagas, ya que ése nunca debería ser el manuscrito definitivo.
Corregir tu manuscrito al menos tres veces y con un intervalo de un mes entre correcciones. He comprobado personalmente que cuando lees tu propio texto varias veces, en realidad dejas de leerlo. Sí, crees que lo lees, pero lo que haces es dar por hecho lo que pone, porque lo has escrito tú y ya te lo has aprendido. Compruébalo, si no me crees ,cuando hayas cometida algún error en una palabra, como que le falte una letra, y el corrector de textos del ordenador no lo haya detectado; entonces descubrirás que estabas leyendo lo que querías haber puesto y no lo que pusiste en realidad. Si pruebas a que lo lea otra persona que sabes que lee prestando atención, verás que descubre errores que ni tú ni el corrector de textos habíais identificado. El tiempo que estimo como mínimo entre las correcciones es de 20 días a un mes, para estar seguro de que no recuerdas exactamente lo que pusiste.
Que al menos tres personas, que pertenezcan a lo que consideras público objetivo de tu libro, lean el manuscrito con calma y vayan anotando lo que no les guste o no entiendan del texto. A ser posible, que estas tres personas “no te quieran demasiado” ( quiero decir que te puedan dar una opinión sincera que te sirva para mejorar el manuscrito, así que tu abuela queda descartada). El hecho de anotarlo te ayudará mucho, ya que si no lo anotan justo después de leerlo, les resultará difícil explicarte luego dónde estaba exactamente y qué era lo que les chocaba del texto. Si consigues sólo una persona con estas características dispuesta a ayudarte, no te preocupes, pero toma sus observaciones con cautela, ya que no tendrás tanta seguridad sobre su opinión, como cuando varias personas te digan lo mismo o algo parecido de las mismas partes del manuscrito.
Espero haberte ayudado con estos ocho consejos. Puedes comentar lo que quieras al respecto, hacer preguntas y, por supuesto, compartir alguno de los trucos que te funcionan a ti.
Published on April 09, 2019 11:47
No comments have been added yet.