Kill your darlings es el mejor consejo de escritura que podrías recibir | Writing Wednesdays

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Kill Your Darlings, además de una tremendísma película basada en los beatniks, es también uno de los consejos de escritura más famosos a la par que menos escuchados. Además, resulta que se trata de una de las filosofías que intento seguir, sí o sí, con mi proceso de escritura.


¿Pero en qué consiste el kill your darlings? Básicamente, en desnudar una novela hasta dejarla únicamente con sus componentes necesarios. Es decir, que si esa frase inspirada que ha hecho que se te pongan los pelos de punta y que te ha recordado por qué sigues haciendo esto ralentiza la trama, lo siento pero es hora de coger las tijeras y deshacerte de ella. 


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¡Pero adoro esa frase! ¡Es la prueba definitiva de mi talento como escritor! Tranqui. Deshacerte de esa frase en particular en ese contexto en particular no significa realizar un ritual chungo que resulte en borrarla para siempre de la faz de la Tierra. De hecho, puedes hacer muchas cosas con esa frase desterrada…



Utilizarla en esa misma novela, pero en otro lugar. Es posible que ese diálogo tan inteligente que has escrito sobre un poco en una escena de acción, pero quizá funcione en otra parte del manuscrito. Quizá tenga su propósito, después de todo. Mantén la máxima de Kurt Vonnegut: “una frase debe cumplir uno de dos propósitos: revelar al personaje o avanzar la trama”. Si tu frase todavía cumple su propósito pero empeora la calidad general de la novela, plantéate si puede ser reciclada en otro lugar de la narración.
Utilízala en otra novela. Algunas de las descripciones de las batallas más crudas de El valle oscuro las escribí en 2015 y para otro proyecto que acabé descartando. No tengas miedo de hacer lo mismo. Esa descripción que tanto adoras puede estar de más en un proyecto X pero resultar idónea para el clímax de un proyecto Y.
Guárdala con intenciones de reciclarla. Tienes una frase magnífica y la fe suficiente en ella; sabes que algún día encontrará su lugar en uno de tus futuros proyectos.
Guárdala para tu autoestima. Seamos sinceros: la mayoría de las grandes reflexiones en la literatura son innecesarias. No me echéis a los leones. Generalmente me irrita muchísimo cuando un autor me coge de la mano y pretende guiarme hacia la reflexión que él pretende. Un buen libro te hace pensar, no piensa por ti, y del mismo modo, la intención de la obra debería quedar clara a través del conflicto y de las acciones sin recurrir a que los personajes se pongan a filosofar.

Pero, bueno, sí, te escucho. Es de noche, vas por tu quinta bebida cafeinada del día y acabas de escribir LA MADRE de todas las reflexiones filosóficas del mundo. Kant, al lado de tu protagonista, un aficionado. ¿Y ahora qué? Han pasado unos meses y estás corrigiendo tu manuscrito. Esa reflexión sigue ahí, tan brillante como la primera vez, pero te das cuenta (y esto es algo inevitable) de que su presencia está de más; quizá es un momento out of character o quizá, simplemente, resulta un engorro para la trama. Estás reparando, además, en que muy posiblemente se trate de una frase genial que no tenga cabida en ninguno de tus textos. ¿Y ahora qué? Ahora la guardas. ¿Para qué? Para tu autoestima. Algunas de las mejores frases que he escrito jamás están guardadas en una carpeta de mi portátil, y las releo a veces para recordarme: eh, yo escribí eso; yo pude escribir eso y podré escribir algo así otra vez. La autoestima en la escritura te llevará muy lejos. No la desprecies.

Claro que a veces esos darlings que debes matar son algo bastante más complejo que una descripción o un diálogo. A veces son escenas enteras o capítulos o incluso personajes. ¿Qué hacer con ellos? Reitero lo que quizá ya sea evidente: creo, y mucho, en el reciclaje en la escritura. Desayuno en Júpiter, de hecho, nació a base de juntar unos personajes sin trama con varias tramas sin personajes.


Las novelas patchwork, como las llamo yo, pueden ser auténticas maravillas si te lo montas bien y si trabajas la estructura.


Kill Your Darlings suena mucho menos intimidatorio cuando sabes que no los estás matando, realmente. Cuando sabes que siempre puedes resucitarlos para otra ocasión.


¿Y cómo? Organizando todos esos darlings que no han tenido cabida en proyectos anteriores.


Hay varios métodos para hacer esto, y probablemente aquel con el que deis por vosotros mismos sea el más adecuado para vosotros, pero voy a compartir el mío de todos modos. Para la inspiración. O por si os pica la curiosidad.



Primero los organizo temáticamente. No tanto en base al género de la novela al que pertenecieron una vez, sino en base a la atmósfera que pretenden capturar.
Una vez estas primeras categorías están definidas, los organizo en base a lo que son: personajes por un lado, capítulos por otro, descripciones, diálogos… subcarpetas para todo porque soy una aficionada a la organización.
Nombro los documentos de Word con el mayor detalle posible. Intento describir el contenido lo mejor posible. Como es algo que tú has escrito, a veces “lo mejor posible” son simplemente unas cuantas pinceladas que te ayudarán a refrescar la memoria.
Releo esos documentos de cuando en cuando y marco aquellos fragmentos en particular que más me convencen. Yo suelo hacerlo en negrita, pero cualquier otro método funcionaría igual de bien. El propósito es recordarme a mí misma que partes son las que veo más “utilizables” para futuros proyectos.
Si ya tengo proyectos en los que creo que esos darlings podrían funcionar, los marco con distintos colores. Un color por cada proyecto y, si ya tengo claro en qué parte de la trama podría meter a esos darlings, lo marco con una nota.

Y ya está, tu propia colección de darlings esperando pacientemente a que llegue su turno. Pueden pasar meses o años (algunas de las mejores cosas que he escrito son del 2015 y sé que tarde o temprano llegará su momento), pero tú tienes fe en ellos y eso es lo importante. Y si luego resulta que no tienen cabida en ninguna parte, recuerda: son buenos para tu autoestima. Para escribir, a veces, es necesario respetarte a ti mismo como autor, y para eso precisamente están ahí, muchas veces, los darlings que has matado.

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Published on January 16, 2019 09:23
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