Hola a todos. La semana pasada sufrí algo que probablemente le ha ocurrido a la mayoría de los escritores independientes como yo: me robaron un libro. Puse un ejemplar de "Rosaura" en un espacio público que se supone no debo decir su nombre, confiado en que nadie tomaría ese libro. Grande fue mi sorpresa cuando me dijeron que una mujer había tomado "prestado" mi libro diciendo que después lo regresaría. Yo tenía esperanza que la dama se escandalizara por el lenguaje tan prosaico de mi protagonista y devolvería indignada y ofendida el libro a su lugar, pero tal cosa que no ocurrió. Decepcionado, me di cuenta del país en que vivimos, donde el robo es algo tan normalizado que hasta incluso algunos amigos me dijeron que era hermoso que una persona robara un libro porque así se fomentaba la lectura. Obviamente los que dijeron eso sintieron toda mi furia. Sólo espero que si esa persona llega a leer esto espero que le haya aprovechado su delito y que en su conciencia queda, si es que tiene.
Published on September 16, 2018 19:00