Hoy te moriste, Abuelita.
Después de tantas veces que entre todos creíamos que ya te ibas.
Después de tantas veces que nos despedimos de ti.
Después de tantas, y tantas veces que te pedimos la bendición, como si fuera la última.
Hoy, porque así tú lo decidiste, porque así lo decidió Dios, o porque así lo decidió tu cuerpo, tan fuerte, tan resistente y tu alma tan indomable, tan soberbia, tan incorruptible.
Hoy te fuiste, porque ya no era necesario un solo día más, un solo instante más, un solo mom...
Published on February 01, 2013 23:32