(Publicado en el número de abril del periódico Ochoymedio y disponible en http://ochoymedio.net/OPINION/10-04/mihitchfavorito.html)
Cuando toda relación entre amor y muerte parece agotada, Scottie entra en cuadro. Su amor por Madeleine es una necrofilia en albores y su obsesión por Judy casi un canto a la podredumbre. Secoyas, puentes, museos, cementerios: todos testigos de un amor celebrado por músicas mortuorias. Y sin embargo, contra toda buena norma, hay pocas historias de amor tan bellas. Como un relato orfeico, una segunda oportunidad existe pero es inútil. La torre final y las campanadas que acompañan el abrazo vacío de Scottie forman la imagen misma de la desgracia. ¿Puede un amor bello no ser desgraciado?
[image error]
Published on April 22, 2010 06:14