Les Cubains à la recherche d'une presse différente.

Le Parisien. Los cubanos a la búsqueda de una prensa diferente, titula este periódico su artículo, como si en Cuba no hubiera existido antes del Año del Error una prensa diversa, plural, variada, que fue destruída por el propio castrismo. Resulta que ahora el PCC es quien propone los cambios, y que no haya autocensura, sin preguntarse, ¡cómo preguntárselo, si todo está dicho!, ¿el por qué ha habido y hay autocensura, exilio masivo de periodistas, periodistas independientes presos, y sobre todo, por qué sólo hay cuatro hojas de papel mierdero a lo que ellos llaman periódico, por qué no hay internet?

Y claro, ¡oh, sorpresa!, reaparece el profesor Guillermo Rodríguez Rivera defendiendo al Partido y a Granma, después que soltó su diatriba tibiamente disidentona en el blog de Silvio Rodríguez y que los de El Nuevo Herald copiaron como si se tratara de ¡oh, quel courage!, de una nueva voz descarriada dentro de las filas de los castristas.

¿Cuándo aprenderán? El castrismo, o lo que es lo mismo, el raulismo, ha empezado ha crear, de cara al exterior, un grupo de falsos disidentes. Esos son los que cada cierto tiempo tienen que escribir que los persiguen, que les tienen la casa rodeada, que si los teléfonos están pinchados, que si hay que acabar con la censura, la autocensura, que si internet dará la libertad, que si huelgas de hambre asistidas… Sigan comiéndose el millo, que entretanto ahora matan a los verdaderamente incómodos inyéctándoles venenos en las calles.

Y la prensa mundial haciéndose eco de la falsa disidencia.

Zoé Valdés.

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